“Los contratos de ambulancias no le convenían a Bogotá” dijo el secretario de Salud, Luis Gonzalo Morales, quien entregó las cifras de cuánto estaba perdiendo la capital por el pago de este servicio.
El secretario Luis Morales anunció; “estamos hablando que, por los servicios de ambulancias se pagaron $42.418.877.200 por año. En los seis años de contrato la suma se incrementó a cerca de $254.512.843.200. Estos costos han debido pagarlos los privados”. El secretario También agregó que dentro de las inconsistencias encontradas en el servicio de ambulancias, se destacan pagos por unidad de servicio prestado.
Según cifras de la Administración, a diario son presentados 2.500 incidentes en la capital, de los cuales 750 requieren una ambulancia. En 2015, de todas las llamadas que recibió el Centro Regulador de Urgencias y Emergencias en la que se requerían ambulancias, 7 de cada 10 fueron realizadas por entidades privadas y apenas una fue por emergencia vital.
Esta fue la razón por la cual el secretario de Salud diera terminación a contratos con empresas privadas de ambulancias. Morales argumentó que al estar atendiendo emergencias en entidades privadas, la ciudad estaba asumiendo costos que no le correspondían, ya que al Distrito únicamente le compete atender emergencias que ocurran en espacios públicos y no aquellas situaciones que se presenten en ámbitos privados.
Por otra parte, en Bogotá la Secretaría de Salud investiga varias denuncias sobre clínicas que pagan a los operarios dependiendo de la lesión, por cada herido en accidente de tránsito que les lleven. “Hay dueños de ambulancias privadas que les pagan a despachadores del Centro Regulador de Urgencias (CRU) para que les avisen a ellos de los accidentes. Eso pasa frecuentemente: hay un accidente de tránsito, llaman al CRU, se envía una ambulancia del Distrito y cuando llega, ya hay una o tres privadas ahí y nadie sabe quién la llamó”, dice el médico Luis Gonzalo Morales, secretario de Salud del Distrito.
Se está investigando si la frecuencia de radio del Centro Regulador se encuentra chuzada, porque la respuesta de las ambulancias privadas a los sitios de accidente es casi inmediata a los reportes de heridos. Las comisiones diferenciales que pagan algunas clínicas, pueden ser la razón por la cual muchos pacientes no son conducidos a los centros médicos cercanos, pues la lógica y la ley se ven quebrantadas por un valor monetario.
El problema es complejo puesto que los controles sobre los servicios realmente prestados son precarios, y las normas vigentes son exigentes, hasta ahora las entidades de control no les han metido diente a estos los casos de fraude.
Según el secretario de Salud, a raíz de las decisiones y determinaciones en la cancelación de contratos, el funcionario ha recibido presiones y amenazas que lo obligaron a pedir un esquema de seguridad.
El funcionario no está seguro de que las intimidaciones que ha recibido, sean tras revelar los sobrecostos que, de acuerdo con el Distrito, se presentaban desde al menos seis años en la prestación del servicio de ambulancias: “Yo no podía continuar con esos contratos. No sé si es por eso o por algunos de los otros contratos que hemos terminado en los hospitales”, mencionó.
A principios de mayo, durante un debate en la comisión Séptima del Senado sobre las deudas de las EPS con los hospitales, el alcalde Enrique Peñalosa se expresó de tal manera que dejó atónito a más de uno, dijo “en todas las ciudades del mundo mueren personas esperando una ambulancia”. El secretario de Salud, momentos antes, le había dicho a Blu Radio: “Seguramente va a seguir sucediendo”.
Estas declaraciones generaron malestar en la sociedad, hasta el punto de que algunas asociaciones de pacientes, señalaron que la administración contempla el servicio de ambulancias en función del gasto y no de salvar vidas. De igual forma, el Distrito dice tener sólidas razones.