Santa Fe se desquita de la dolorosa derrota de hace una semana y vence a Millonarios en el segundo Clásico en siete días. Los de Costas interpretaron mejor las difíciles condiciones de lluvia que cayeron sobre el Campín. Con dos golazos de Gómez y Arango, dieron vuelta al tanto inicial de Cadavid.
La cosa empezó como en el Clásico de hace siete días. Con Cadavid abriendo el marcador, con escaso minutos en el cronómetro. Esta vez con un cabezazo impecable al ángulo del poste. Costas había cambiado fichas para esta cita. Desechó por completo el sistema de cinco defensas, inamovible hasta el momento por los buenos resultados, y apostó por el regreso del clásico sistema del 4-4-2. Johan Arango y Jonathan debían adquirir más protagonismo con este esquema.
La prueba funcionó, los dos astros mojaron y brillaron en la segunda noche de Clásico en apenas una semana. Quizá será porque en este sí se presentaron los dos jugadores con más talento de una plantilla en la que escasea como la cardenal. Arango se perdió el anterior por un toque de atención de Costas a tanta indisciplina. Gómez en cambio estuvo, o eso dicen.
La cuestión es que Santa fe venció en este Clásico porque se le vio en cuerpo y alma sobre el Nemesio. Y porque supo leer mejor que su rival las condiciones de lluvia incesante que cayeron sobre el Campín. Le pasó a Medellín con River y le sucedió igual a Millonarios contra los cardenales. Bajo el agua, el ballet azul se queda en un sopa pesada y sin gusto. Buscaron el toque en el diluvio, cuando lo que funciona es el juego directo, sin complicaciones.
La lluvia distrajo hasta al colegiado que no vio un penalti claro en un derribo descarado por detrás a Harold Mosquera cuando encaraba a Castellanos. No fue el único fallo de Ulises Arrieta en el encuentro, sin ser el verdadero culpable de la victoria de Santa Fe. Gómez puso antes del descanso las tablas con una pared de lujo con Stracqualursi, que el volante definió con categoría.
El mismo delantero argentino sirvió también de conexión en el segundo tanto. Tocó con calidad hacia atrás el esférico para que lo rematara a placer el ‘Pogba’ de Santa Fe, Arango. Díscolo y rebelde como el francés, pero también tocado con un talento único. De nuevo exhibió su interior de oro para colocar el balón lejos del alcance de Ramiro Sánchez.
Así, con dos golpes directos Santa Fe dejó nocaut a Millonarios y se desquitó del pésimo papel mostrado hace una semana. La revancha se sirve fría y con jugadores como Gómez o Arango es mucho más fácil.