EE.UU. da de baja a uno de los líderes de Al Qaeda

Estados Unidos ha vuelto a asestar un certero golpe en la jerarquía de la red terrorista Al Qaeda con la muerte del clérigo Abu Zaid al Kuwaiti, quien falleció en Pakistán en un nuevo ataque de un avión no tripulado estadounidense.

Al Kuwaiti, de 46 años, era visto como potencial sucesor del actual jefe de Al Qaeda, el esquivo Ayman al Zawahiri, y era considerado uno de los principales líderes religiosos de la organización.

Fuentes oficiales estadounidenses confirmaron a la NBC que Al Kuwaiti falleció mientras desayunaba de madrugada a causa de un ataque de un avión espía “Predator”, cuyos vuelos se han vuelto más frecuentes en Pakistán en los últimos años y han tensado las relaciones con ese país, aliado de Estados Unidos.

Según varias web como “The Long War Journal”, Al Kuwaiti, también conocido como Al Husainan, falleció el 6 de diciembre tras una serie de ataques con aviones no tripulados estadounidenses en una zona tribal de Pakistán cercana a la frontera con Afganistán.

Una de las fuentes de la Inteligencia consultadas por la página de la Fundación para la Defensa de las Democracias, indica que Al Kuwaiti pudo haber si do trasladado tras ser herido a Afganistán, donde finalmente falleció.

Una página web relacionada con Al Qaeda aludió primero al fallecimiento de Al Kuwaiti, pidiendo a Alá que lo admitiera “en su paraíso”.

“Celebramos con ustedes la noticia del martirio de Khalid Shaykh al Hussainan (Abu Zaid al Kuwaiti), mientras comía su comida del Sahur (la correspondiente al amanecer), y le pedimos a Alá que lo acepté en el paraíso”, decía el texto.

Desde 2009, Al Kuwaiti apareció en decenas de vídeos de Al Qaeda, adoctrinó sobre la vertiente más radical del islamismo y sobre la necesidad de la yihad y el martirio como medio para la guerra santa.

Al Kuwaiti también parecía llamado a convertirse en el líder religioso de Al Qaeda tras la muerte en otro ataque de un avión no tripulado en junio de Abu Yahya al Libi, el número dos de Al Qaeda tras la muerte de Osama bin Laden, en mayo de 2011.

Desde el ataque encubierto contra el complejo donde se escondía Bin Laden en Pakistán, otros cabecillas de Al Qaeda han caído, algo que el presidente estadounidense, Barack Obama, recordó insistentemente durante la reciente campaña electoral para justificar su estrategia en la guerra contra el terrorismo iniciada por George W. Bush.

Además, los aviones no tripulados dirigidos a distancia y que despegan normalmente de bases estadounidenses en Afganistán, están dando resultados, sin exponer vidas sobre el terreno, aunque grupos de derechos humanos critican las muertes por ordenarse sin que haya intención de juzgar a los sospechosos y violando la ley internacional.

El Gobierno Pakistaní tampoco ve con buenos ojos los sobrevuelos de los aviones no tripulados o “drones” sobre su espacio aéreo y los ataques sobre su territorio, que violan su soberanía y les hacen perder apoyos de cara a la población.

Los ataques con misiles de los “drones” se han concentrado en la región fronteriza con Afganistán y zonas de administración tribal de Waziristan Norte, una de las guaridas preferidas de Al Qaeda.

En esa región también se dio muerte en enero a Aslam Awan, un responsable de la red de operaciones en el exterior de Al Qaeda; en febrero, también en la zona, un ataque acabó con la vida de el líder talibán Bahdar Mansur, responsable de campos de entrenamiento de combatientes contra las tropas de la OTAN en Afganistán.

Otros muchos miembros de Al Qaeda, como Ilyas Kashmiri, el líder de un grupo paquistaní relacionado con el movimiento extremista, han fallecido en esta región pakistaní por ataques de “drones”, operaciones también se han llevado a cabo en otros países como en Yemen, donde en septiembre del año pasado se dio muerte a Ayman al Awlaki, un estadounidense que fue líder de Al Qaeda en la península Arábiga.

Con EFE