El Barcelona se pegó un festín a costa del Celta. Los culés golearon en el Camp Nou, aupados en una nueva exhibixión de Messi y Neymar, y practicaron el resultado que deben repetir este miércoles contra el PSG. Si hay un camino para la remontada es con el fútbol de toque que lucieron frente a los gallegos.
Los de Luis Enrique no dieron opciones a la sopresa. Desde el principio se tomaron en serio el compromiso. Sobre todo un Messi que no entiende de trámites. El argentino galopó con espacios y cuando se le da un respiro es letal de cara a la portería contraria. Comenzó su presentación con un slalom marca de la casa. Dejó atrás a todos sus defensores y culminó con un remate colocado al ángulo del poste. La clásica jugada del argentino.
Continuó con una habilitación para Neymar que el brasileño elevó de categoría de obra de arte, gracias a un remate picado sobre Sergio Álvarez. Los dos extremos de la MSN estaban pletóricos. En la segunda mitad se brindaron el postre. Neymar siguió haciendo estragos por la izquierda y en un internada dejó solo a Suárez, cuyo remate acabó convirtiéndose en un asistencia perfecta para el remate de Rakitic. De lo que no se dio cuenta el árbitro es que el croata estaba en clara posición ilegal.
La maquinaria del Barcelona estaba engrasada y hasta los defensores querían sumarse a la fiesta. Messi colocó un pase a placer para Umtiti que culminó el zaguero. El tanto confirmaba el buen rendimiento del francés en las últimas jornadas, gran noticia para Luis Enrique.
Y tenía que ser Messi el que completara la goleada. De nuevo en una diagonal vertiginosa, dribló a dos de sus marcadores para convertir el quinto con un disparo raso que pilló a contrapié al arquero del Celta.
El resultado hacía justicia a lo mostrado sobre el césped. Los gallegos se llevaron un repaso del Camp Nou, en el experimento del Barcelona de cara al decisivo encuentro de este miércoles contra el PSG. Y precisamente será el Celta en quién confiarán para confirmar su liderato con el partido pendiente que le queda contra el Real. El Barça sigue líder y se cura las heridas de la debacle en París. El desenlace de mitad de semana volverá a marcar el resto del curso.