'El Chapo' Guzmán, todo un seductor

El narcotraficante más buscado es un seductor que se ha casado en cuatro ocasiones y viste camisas de Barabas. Mientras él vivía escondido, dos de sus hijos exhibían su vida de lujo en las redes sociales.

Dicen los informes psicológicos realizados a instancias de la Fiscalía que Joaquín Guzmán Loera, más conocido como el Chapo Guzmán, es “un hombre seductor, espléndido, que genera lealtad y dependencia hacia su persona”. En definitiva, un embaucador. Y lo sabe. Estas cualidades del que es consideradouno de los narcotraficantes más buscados le sirven para dos cosas: conquistar a las mujeres y tejer una red en su tierra natal, Sinaloa, que impiden a sus vecinos delatarle y a él instaurar la ley del silencio. El patriarca es también un hombre que acostumbra a conseguir lo que quiere. Dominante, autoritario, frío, calculador…, pero también paciente y responsable cuando da órdenes, como lo ha definido en alguna ocasión el experto en ‘narcoliteratura’ Elmer Mendoza.

No es el primer capo de la droga al que las mujeres le pierden. Son su debilidad, ha dicho muchas veces Alejandro Almazán, el escritor mexicano que se atrevió a describirle en ‘El más buscado’. Su primera mujer fue Griselda López Pérez, con la que tuvo cuatro hijos: Joaquín, Quique, Ovidio y Edgar, que falleció en una reyerta a los 22 años. Dicen que el narco decidió no vengarla y evitó así una guerra en la que lo único que se hubiera conseguido habría sido un derramamiento de sangre inútil. A su segunda mujer, Estela Peña, la conoció en un baile del pueblo. Ella no le hizo caso. Con una vida estable y ‘legal’ (trabajaba en un banco) lejos del mundo del narco, declinó sus invitaciones cuando la empezó a cortejar. El Chapo hizo lo que solía hacer. Tomar lo que deseaba: la raptó, se la llevó a un hotel en Puerto Vallarta y poco después se casaron. Alejandrina fue la tercera. Alfredo e Iván nacieron fruto de este matrimonio. Ambos siguen en el negocio familiar.

Y su actual esposa, que no la última mujer, es Emma Coronel. Su historia de amor viene de lejos. Ella estuvo antes que otras mujeres y conocía su mundo. Se prendó de ella cuando era menor de edad y esperó a que creciera para llevarla ante el altar. Hija de Coronel Barrera (detenido por tráfico de marihuana) y sobrina de otro conocido narco, Nacho Coronel, y socio de su marido que falleció en una redada. A los 17 años se hizo con el título de belleza de la Feria del Café y la Guayaba. Con ella ha tenido dos gemelas, Emaly Guadalupe y María Joaquina. Emma fue la responsable de que lo detuvieran en 2014. Tras fugarse no pudo evitar ir a verla, pero este descuido permitió a los agentes seguirle la pista y detenerle. De hecho, la acusaron de participar en la fuga y fue llamada a declarar, pero sus abogados lograron evitarlo y desapareció.

Ser mujer del Chapo Guzmán conlleva formar parte de la lista negra del departamento del Tesoro de EEUU. Les ha ocurrido a todas. Esto implica que les pueden incautar sus bienes y vetar cualquier transacción financiera o comercial que realicen. Según las autoridades americanas, su primera mujer es pieza clave dentro del ‘narcoimperio’ y también le ayudó a huir de la justicia.

Como a otros capos, el Chapo Guzmán rinde un profundo respeto a su madre, Consuelo, a la que llaman la Doña, que sigue viviendo en una casa humilde cuya mayor ostentación es la parabólica que le puso su hijo.

Una decena de descendientes



En total, el narco ha tenido diez hijos. Dos de ellos, Iván Archivaldo, el Chapito, y Jesús Alfredo, el Gordo, colaboradores del negocio familiar, son los supuestos autores de dos cuentas de Twiter en las que se exhiben rodeados de una vida llena de lujos: coches, fiestas, oro… También escriben mensajes y consejos de amor al más puro estilo ‘narcocorrido’ para seducir mujeres, pero, sobre todo, mensajes de defensa a su padre.

Horas después de la captura, Iván escribía: “Aquí nada cambia, seguiremos trabajando porque, como dijo mi padre, aunque nos ande llevando la verga hay que traer la frente en alto” o “ven a mi padre como un trofeo cuando el trofeo debería ser acabar con los secuestradores extorsionadores y el hambre pinche Gobierno”. Alfredo figura en la lista de narcotraficantes más buscadosinternacionalmente por gestionar los bienes de su padre e Iván se libró de un juicio en 2005 en el que estaba acusado de lavar el dinero del narco.

Sus comentadas camisas


Le seducen los coches deportivos, prefiere la cerveza y el whisky al tequila, y gusta de comer carne o marisco en restaurantes que cierra para evitar soplos. Suele calzar zapatillas y en ocasiones botas que lo elevan un poco. Curiosamente, tras su detención, al publicarse el vídeo y las fotografías de la entrevista con Sean Penn, el capo vestía dos camisas de tonos azules con un estampado peculiar y un tanto extravagante que se convirtieron en motivo de mofa en las redes, muy distintas de la elegancia de Don Corleone, otro mafioso de culto.

Los admiradores del traficante sepan que el autor del diseño es Barabas, que rápidamente ha visto negocio en la captura del narco y ha colocado la foto como imagen de marca en sus redes sociales. La pela es la pela, no hay duda. La codiciada prenda está más al alcance de cualquiera que lo que supusieron muchos de los comentarios de las redes, que se la adjudicaban a los diseñadores Versace o Cavalli. Su precio ronda los 100 euros y se puede comprar ‘online’ o en sus tiendas de Los Ángeles, California. Nos preguntamos si el narco hace suya también la filosofía de la marca, que en su web citan a Eleanor Roosevelt: “Una filosofía no se expresa con palabras, sino que se expresa en las elecciones que uno hace y las decisiones que tomamos son, en última instancia, nuestra responsabilidad”.

Dicen los que más se han acercado a él que no lo atrapaban porque reparte dinero a manos llenas. Defiende su tierra y a su gente, no permite la extorsión y el robo a las familias a las que construye escuelas e iglesias que el Gobierno les niega. Se dice tantas cosas del Chapo…. y todas se recrean en versión ‘narcocorrido’ (hay una infinidad de ellos). Canten este: “No soy ningún traficante decía el Chapo Guzmán, menos jefe de una banda ni armas me gusta portar. Soy un agricultor. Siembro maíz en Culiacán”.