El conflicto eclipsa los diálogos

Pese a las medidas tomadas por el Gobierno y las FARC para desescalar el conflicto, la delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el país, afirma en su informe, “Colombia: retos humanitarios 2016”, que la violencia armada sigue dejando huella.

El CICR registró durante el 2015, en 22 zonas del país 812 posibles violaciones de las normas humanitarias, no solo por parte del grupo guerrillero de las FARC, sino de otros actores armados.

Según el Comité estas acciones violentas han dejado aproximadamente 19 mil víctimas. Las personas afectadas han sufrido amenazas de muerte, malos tratos, violencia sexual y desaparición forzada.

“En 2014, habíamos registrado 875 casos. Estas cifras indican que las consecuencias humanitarias de la violencia armada permanecen y son, en la práctica, similares a las que hemos documentado en los últimos tres o cuatro años”, señala el informe.

Durante el último año las consecuencias de la violencia armada, documentadas por CICR, son las que ocurrieron “gota a gota”, es decir aquellas que afectaron a una sola persona o a grupos pequeños, lo que suele impedir que se hagan visibles.

-Las amenazas y la violencia sexual son ejemplos claros de esta tendencia. También se resgistraron violaciones de normas sobre la conducción de hostilidades: por ejemplo, la ocupación de bienes civiles, como casas o escuelas, por un actor armado, o la falta de precaución en los ataques contra objetivos militares que termina afectando a los civiles.

Los departamentos que han sido más afectados por el conflicto en los últimos años han sido Antioquia, Cauca, Caquetá, Chocó, Nariño, Norte de Santander y Putumayo, así como las ciudades de Buenaventura, Tumaco y Medellín.

En la mayoría de los casos, las víctimas fueron niños, niñas y mujeres, “lo que resalta su grado de vulnerabilidad a situaciones de violencia y la necesidad de una respuesta diferenciada para estas poblaciones”.

En 2015, la organización registró 249 posibles violaciones a las normas humanitarias y alrededor de 469 fueron mujeres. Asimismo, 166 de ellas que sufrieron violencia sexual recibieron atención del CICR.

Otro tema que recrudece la guerra es “el reclutamiento y la utilización de niños, niñas y adolescentes por los actores armados también sigue siendo una realidad en el marco del conflicto”. Durante 2015, elComité registró 181 violaciones a las normas humanitarias que tuvieron como víctimas a unos 2 mil menores de edad. El año pasado, 35 infantes se desvincularon de grupos armados ilegales.

Christoph Harnisch, jefe de la delegación del CICR en Colombia, manifestó que, “esta realidad nos muestra la compleja etapa que atraviesa el país. A la espera del fin del conflicto armado, muchos colombianos no sienten aún el impacto de los avances de las negociaciones en La Habana. Siguen sufriendo múltiples formas de violencia y siguen necesitando ayuda humanitaria”.

Colombia cerró enero de 2016 con 7,9 millones de víctimas del conflicto armado registradas por el Estado. Alrededor de 116.000 de ellas (el 1,46 por ciento) fueron víctimas de hechos ocurridos en 2015.