Los viajes de sol y playa en Cartagena, Santa Marta o el pacífico colombiano, así como las esbeltas y llamativas montañas cafeteras que fueron un sugestivo destino turístico, se han visto desplazadas por el encanto de áfrica.
Si bien muchos colombianos siguen comprando turismo doméstico, la revaluación y otros factores han hecho que los viajeros nacionales busquen otras alternativas internacionales, entre ellas el encantador continente negro.
La especialista en viajes, Natalia Tavera en diálogo con Confidencial Colombia indicó que el destino África se ha vuelto de gran demanda por cuanto la distancia es equivalente a Europa y hay muchas afinidades con la costumbre latinoamericana, empezando por la colonización y llegando a puntos de encuentro en varios aspectos.
Para viajar a África existen varias opciones y diversos presupuestos, lo que hace muy factibles llegar a las sabanas del Serengueti o del Masai Mara a contemplar el imponente trote de la gran manada compuesta por ñus, cebras y gacelas de Thomson que suman más de tres millones de cabezas.
Dentro de las opciones están la temporada baja que consiste en una salida de 10 días por un valor de 2.400 dólares lo cual incluye transporte, comidas, alojamiento y safaris sin contar desplazamientos aéreos.
Según la experta, para viajar al sur de África la salida más conveniente y rápida es por Sao Paulo, ciudad que tiene un vuelo diario a Johannesburgo, de igual manera hay salida por Buenos Aires (Argentina) que tiene tres frecuencias a la semana. Este resulta un viaje agradable en donde la emoción está en ver el enigmático continente, una vez termine la travesía por el Atlántico.
“El viaje de ida es de ocho horas, pero el regreso demanda entre 10 u once horas por cuanto hay que volar en contra de fuertes corrientes de aire. La otra alternativa es ir al norte de África o al este de ese continente en donde se vuela desde Estados Unidos o vía España”, declaró Tavera.
Hoteles de primera y cero sancochos de mono
Los hoteles de tres o cinco estrellas son inspeccionados por personal de la agencia colombiana que ofrece los mejores hospedajes y toda la seguridad del caso.
Sobre alimentos, dijo que hay toda una variedad de comidas y carnes que son preparadas en diferentes formas y con el mejor sabor. Al norte, dijo, la comida es muy árabe a base de Cuscús y cordero. Al sur del continente hay una oferta de carnes a las que no se está acostumbrado como el Kudo que es una especie de antílope, venado de esas tierras, avestruz, cocodrilo y carnes curadas de animales silvestres. “No se permite la caza, todos los animales son criados. Hacia el costado del océano índico hay mucha herencia árabe e india y por eso hay variedad de platos con una amplia base de carnes.
Por el cuidado que se tiene, los viajeros, estos no están expuestos a consumir algunos platos considerados tabú, pero usuales en África, es decir sopas o sancochos dulces de gorila, Chimpancé o cualquier otro mono.
Algunas guerras, unas barreras
Quienes venden turismo en áfrica por lo general se encuentran con grandes interrogantes y algunas circunstancias complicadas de sortear, pero que finalmente la agencia logra vender tranquilidad y total descanso por fuera de los riesgos.
“Hay líos en algunos países como Sudan en donde el turismo se hace muy difícil a pesar de los hermosos parajes y las ruinas que en el norte de ese país hay. Hasta ahora está volviendo la gente, pero siguen líos e Egipto en donde hay problemas políticos y otras zonas que no se miran como destino”, anotó.
Agregó que un destino tranquilo es el sur de África en donde hay ejemplos de superación y convivencia como en Sudáfrica y el mismo Ruanda en donde después de la guerra genocida entre Hutus y Tutsis, hoy el destino se ofrece como muy bello y muy tranquilo.
“Lo de Hotel Ruanda, en materia de turismo, quedó en el recuerdo. En Kenia y Tanzania se presentan eventos, pero estos no afectan las zonas turísticas. Tanzania y Botsuana son países muy tranquilos. Generalmente donde estallan los conflictos es en las fronteras como es el caso del Congo, Malí y algunas zonas del Norte de África”, aseveró.
Dijo que quien viaja al continente africano busca algo diferente, es decir disfrutar de las ruinas, de la historia y obviamente de las especies de animales que hoy están al borde de la extinción.
“La gente quiere ver elefantes, rinocerontes, leones y otras especies que tienen su tiempo contado, por eso le apostamos a un turismo de preservación en donde las visitas garanticen más vida y mayores recursos para salvar las especies y el ecosistema”, comentó.
Esta empresa, Kiboko Voyages, aplica la ética en sus viajes y por eso no hace uso de las zonas de caza. Por el contrario se trabaja en favor de las comunidades indígenas y de la prolongación de vida de las especies.
Viajeros que sacan canas
La vocera de Kiboko, anotó que lamentablemente hay turistas indisciplinados que no miden el riesgo con fieras o animales salvajes. Este safari va liderado por un rastreador y un conductor del coche que hace los desplazamientos por la sabana acompañado de un rifle en caso de que algo salga mal.
“Es muy importante tener en cuenta que en estos viajes por las sabanas africanas nunca se debe hacer ruido, comer, gritar o bajarse del automóvil, porque muchos animales están habituados a la presencia del carro, pero no a la presencia humana que de ser detectada puede causar ataques y riesgos”, explicó.
En su opinión lo hermoso de un viaje por África es que el turista experimenta una sensación antropológica indescriptible. “Es como si todos viniéramos de allá, como si esos fueran nuestros orígenes”.
En 2012 el crecimiento del turismo de Colombia a África registró un crecimiento del 25 por ciento, es decir más de 800 pasajeros en destino. Indicó que hubo grupos muy grandes, viajes individuales y los enamorados ambientales que buscan el paso de la gran migración. A este continente están viajando pensionados y personas que quieren encontrar nuevas culturas y nuevas ofertas en paisaje.
Natalia Tavera anotó que en África hay mucha curiosidad por el hombre blanco y especialmente por quien llega de Colombia en vista de los vínculos ancestrales que hay. “Hay sitios en donde hay alguna resistencia con la gente por el tema de la colonización, pero a grandes rasgos son personas amables y muy queridas”.
En África, tristemente, se conoce a Colombia por el tema del narcotráfico, pero ahora último las cosas han cambiado por personas como Shakira que cantó en el marco del mundial de fútbol. También llama la atención el tema de la cumbia, de la música colombiana, el café y las mochilas Wayuú de la Guajira.
“En algunas partes se sorprenden porque no saben que en Colombia hay población afro descendiente y eso genera una gran conexión”, concluyó.