SIETE ENSAMBLE, el nuevo proyecto escultórico de Fernando Punto, es el resultado de una reflexión personal del artista sobre la coexistencia, la tolerancia y la adaptación. Son siete esculturas cuyo objetivo es el de incentivar una reflexión sobre el ensamble social en el postconflicto, planteándolo como una tarea para varias generaciones.
Siete en geometría sagrada es considerado un número virgen, virtuoso e inalcanzable, como para Fernando Pinto es la verdadera y abierta coexistencia entre personas con diferentes culturas y perspectivas de vida. Pinto lo ha vivido en países donde coexisten en igualdad de condiciones dos pueblos con creencias religiosas diferentes como lo pueden ser la católica y la musulmana. Esto se ha visto en nuestro hermano país Venezuela, con los oficialistas y los no oficialistas. Lo hemos visto y lo veremos en nuestro proceso de postconflicto entre nosotros y los reinsertados.
La idea se vuelve realidad desde que es concebida en la imaginación, pero toma lugar en nuestro plano de existencia cuando se materializa por medio de la persistencia en la memoria. Esa comunicación que hace que esta idea exista en más mentes y corazones.
Uno de los objetivos específicos de esta serie de obras es que ese imaginario colectivo del ensamble perfecto también se siembre en la gente. Que se hable de post-conflicto y se sienta que ese ensamble social es posible, parece contradictorio con respecto a mi introducción, lo sé, pero volviendo al objetivo general, solo teniendo esa convicción, esa meta la que queremos llegar, solidificada como piedra (como granito) en la voluntad y el corazón de la sociedad se puede llegar a algo parecido a un buen ensamble.
Fernando Pinto lleva unos 6 años trabajando en proyectos de escultura en gran formato junto con la geobiología y la radiestesia (ver en: www.fernandopintosculptor.com). En pocas palabras, se trata de encontrar y crear sitios que aprovechen lugares energéticamente propicios en la tierra para construir sitios de reflexión, meditación u oración (refiriéndose esto, a un estado de conexión profundo consigo mismo). El granito ha sido utilizado por miles de años y por todas las civilizaciones antiguas como un conductor de estas energías telúricas, dado que su composición es casi 90% cuarzo. Ejemplos de esto los podemos encontrar en Egipto, Perú, Chile, Centroamérica, Europa, en donde se observan vestigios de estas civilizaciones.
El hemiciclo de la Quinta de San Pedro Alejandrino es un sitio energéticamente poderoso creado por el hombre. El hecho de que cada persona que pasa por éste lugar se sienta “motivada” a dar la vuelta en torno al altar de la patria, y que la atención de la conciencia esté centrada en el altar, crea un vórtice energético (tipo La Meca) que es muy conveniente para situar las esculturas en red, para enfocar esa energía a manera de una oración hacia la reconciliación y el ensamble social.
Las obras están talladas en granito y esto le permite a Fernando Pinto poner en claro dos hechos. El primero es la permanencia, siendo un material tan duro y perenne como el granito quiere evidenciar la dificultad de cambiar la dinámica social, pero al mismo tiempo la convicción de lograrlo solidificada en la memoria colectiva. El segundo que es la técnica de la talla, que permite crear visualmente materiales completamente diferenciados de un mismo bloque, que por un lado hablan de las profundas brechas sociales y culturales que existen en el país, y sin embargo del otro punto de vista al ser un mismo bloque, habla de que a pesar de las diferencias somos la misma gente.
Además le permite con una técnica de cortes, realizar el engaño visual de que las formas han sido ensambladas con ensambles imposibles de efectuar en piedra con tal precisión. Esta es la idea: ¨pienso que si partimos de lo diferentes que somos el ensamble es en realidad imposible, solo es posible si nos concebimos de nuevo como una comunidad de gente con los mismos derechos y oportunidades¨
¿DÓNDE PODER VIVIR SIETE ENSAMBLE?
Quinta de San Pedro Alejandrino
Museo Bolivariano de Arte Contemporáneo
Hemiciclo, Altar de la Patria
Santa Marta – Colombia