Médicos Sin Fronteras fue partícipe del estudio de la vacuna que más se ha acercado a la cura de la enfermedad que ha causado más de diez mil muertes en África. Bertrand Draguez, Director Médico de la Ong, habló en entrevista de las implicaciones de los resultados.
Un estudio publicado hoy en la revista médica The Lancet ofrece resultados muy prometedores sobre una de las vacunas candidatas a combatir el virus del Ébola. El análisis, de carácter provisional, afirma que la eficacia de la vacuna alcanza el 100%.
Los ensayos de la vacuna, llamada rVSV-EBOV -liderados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Médicos Sin Fronteras (MSF), el Instituto Noruego de Salud Pública y las autoridades guineanas- se iniciaron en marzo de este año en Guinea, y se centran en el análisis de “los círculos” de personas del entorno de los pacientes infectados, y en los trabajadores en primera línea que tienen mayor riesgo de contraer la enfermedad.
MSF está muy involucrada en el ensayo de la vacuna y la ha administrado a 1.200 trabajadores de primera línea de lucha contra el virus en Guinea. En este amplio grupo se incluyen los médicos, las enfermeras, los paramédicos, el personal de laboratorio, el personal de limpieza, y los equipos de entierros.
El doctor Bertrand Draguez, al frente del programa de MSF de técnicas experimentales para combatir el Ébola, explica lo que una vacuna así significa para la lucha contra esta enfermedad.
¿Qué nos dicen los datos preliminares?
Básicamente, los datos actuales nos dicen que la vacuna protege a las personas contra el Ébola.
Aunque el tamaño de la muestra es bastante reducido y se necesita más investigación y análisis, ahora mismo la magnitud de la emergencia sanitaria pública indica que debemos utilizar esta vacuna para proteger a aquellos más expuestos a la enfermedad, como son los contactos de pacientes infectados y los trabajadores que sufren mayor riesgo.
¿Dónde reside el interés de estos resultados?
Por primera vez en la historia tenemos pruebas de la eficacia de una vacuna que ayudará a la lucha contra el Ébola.
Hasta ahora, demasiadas personas han muerto a causa de esta enfermedad tan dolorosamente mortal, y para los trabajadores sanitarios ha sido muy frustrante el hecho de sentirse tan impotentes contra ella.
Estamos ante un avance extraordinario, aunque de momento se necesitan más datos para decirnos cómo de eficaz es realmente esta herramienta preventiva. Por ejemplo, aún no está claro cómo aparece la protección ni cuánto tiempo dura. Todo esto lo sabremos a base de más investigación y análisis.
¿Qué significa esto en la lucha contra el Ébola?
Ahora mismo, el patrón de comportamiento de la epidemia consiste en cadenas esporádicas y relativamente pequeñas de transmisiones que aparecen aquí y allá, por lo que todos los componentes de la lucha contra la enfermedad deben continuar.
Esto incluye la gestión de los casos de Ébola, el aislamiento, la educación a la comunidad, los entierros seguros, la promoción de la salud, el apoyo psicosocial y la localización de los contactos.
Por ello, el hecho de añadir una herramienta preventiva en la ecuación acelerará la desintegración de las cadenas de transmisión al centrarse en las personas que han estado en contacto con pacientes infectados además de en los trabajadores de primera línea.
¿Cómo se puede utilizar mejor esta nueva herramienta?
Ahora que sabemos que la vacuna funciona, es imprescindible que la reciban lo antes posible las personas que más lo necesitan, para romper las cadenas de transmisión.
Por lo tanto, debe llevarse a cabo de inmediato la revisión de un enfoque específico centrado en las personas con mayor riesgo de infección. Por ello, y teniendo en cuenta el marco de los ensayos, instamos a los gobiernos de los países afectados a empezar a utilizar esta vacuna tan pronto como les sea posible.
¿Debe llevarse a cabo una campaña de vacunación masiva en todos los países afectados?
Por el momento la epidemia está muy localizada en unos pocos focos en las regiones afectadas. Este tipo de patrón indica que tiene mucho más sentido concentrar nuestra energía y recursos en la vacunación de personas en contacto con pacientes infectados y entre los trabajadores de primera línea.
Al fin y al cabo, estas son las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad y, por tanto, debe ser considerado como una cuestión de urgencia.
¿Cómo se implicó MSF en el estudio?
No es habitual que MSF se implique en un ensayo clínico, pero decidimos participar ante la enormidad de la crisis y nuestra singular posición en primera línea en la lucha contra el Ébola. Desde marzo de 2015 ya hemos vacunado a 1.200 trabajadores de primera línea en Guinea en esta primera fase del ensayo. Y vacunaremos a más.
Ahora que se conocen los resultados de eficacia preliminares, en MSF estamos decididos a ampliar este estudio, y a alentar y contribuir a otros similares en Sierra Leona y Liberia.
¿Esto va a cambiar la respuesta de MSF en los países afectados?
Estos resultados son prometedores y definitivamente debemos conseguir que esta vacuna esté disponible para los grupos de riesgo tan pronto como sea posible.
Pero también son de vital importancia para seguir trabajando en todos los ámbitos de respuesta frente al Ébola, que son el rastreo de contactos, el fomento de la salud y el aislamiento de los pacientes infectados.