Rafael Pardo Rueda, ministro de trabajo y antiguo precandidato presidencial liberal es desde este mediodía el alcalde (e) de Bogotá. Su designación se da después de que el presidente Juan Manuel Santos anunciara, polémicamente, que no acata las medidas cautelares otorgadas por la CIDH al saliente mandatario Gustavo Petro.
Rafael Pardo Rueda, ministro de trabajo y antiguo precandidato presidencial liberal es desde este mediodía el alcalde (e) de Bogotá. Su designación se da después de que el presidente Juan Manuel Santos anunciara, polémicamente, que no acata las medidas cautelares otorgadas por la CIDH al saliente mandatario Gustavo Petro.
Ante un juez el ministro de trabajo, Rafael Pardo Rueda se posesionó como alcalde (e) de Bogotá después de su designación la tarde de ayer cuando el Presidente Juan Manuel Santos se dirigió al país para anunciar que no acataba las medidas cautelares otorgadas por la CIDH a Gustavo Petro.
El juez primero civil municipal de Bogotá fue el encargado de recibir la firma de Pardo Rueda en el decreto 570 de 20 de marzo de 2014. Con ese formalismo el ministro de la cartera de trabajo será el mandatario capitalino hasta que se realicen elecciones atípicas que servirían para elegir al reemplazo del alcalde Gustavo Petro.
Sin embargo, como lo publicó Confidencial Colombia las elecciones podrían no llevarse a cabo debido a que el encargo hecho a Pardo Rueda podría ser resultado de un acuerdo entre algunos progresistas y el Gobierno Nacional para que este termine el periodo constitucional correspondiente a Petro ejecutando su plan de gobierno.
A propósito de esta consideración vale anotar que la no realización de los comicios estaría violando el código electoral. Además, para Pardo sería muy difícil empezar a gobernar con la renuncia inminente del gabinete distrital y varios de sus funcionarios, de manera irrevocable, desde el próximo primero de abril.
Fuentes cercanas a Confidencial Colombia aseguraron que el hecho de nombrar a Pardo Rueda como alcalde (e) sería un gesto conciliador del gobierno nacional ya que el ministro de trabajo fue uno de los firmantes del acuerdo de paz con el M-19 y no una figura abiertamente contraria al petrismo. Esa lectura no es la misma para algunos casos. La Representante a la Cámara por la Alianza Verde, Ángela María Robledo y el mismo Petro han dicho que el nombramiento de Pardo es una abierta traición al proceso de paz de 1990.
A pesar de la renuncia del gabinete, ya Pardo se reunió con los que serán encargados de cada una de las carteras distritales y, además, recibió de boca de los alcaldes locales la noticia de que ninguno renunciará en solidaridad con Petro.