Poco después de las 10, ante un Parlament abarrotado y alternando el castellano y el catalán, el líder de JxS, Raúl Romeva, defendía la moción para romper con España que se aprobaba dos horas después.
Prietas las filas, el independentismo catalán votó en bloque a resolución de “desconexión democrática con España” que, según la oposición, “ni ustedes mismos se creen”. El cabeza de lista de Junts pel Sí, Raül Romeva, fue el encargado de defenderla. “Es la plasmación, en formato electoral, de una demanda ciudadana”, dijo. [Así le hemos contado en directo la votación de la propuesta de independencia en el Parlament]
El execosocialista comenzó proclamando “solemnemente el inicio de la construcción de un nuevo Estado, del Estado Catalán, de la República Catalana”. Justificó la ruptura con España porque “no ha habido diálogo democrático” y para dar respuestas “a los enormes retos actuales. Queremos preservar el estado del bienestar y expresarnos con voz propia en Europa y en el mundo. Además, necesitamos un estado de derecho donde la separación de poderes no esté rota y pulverizada. Hoy es una oportunidad de oro para hacer un estado moderno que luche contra las malas prácticas y la corrupción”. [El Boletín Oficial del Parlament ya recoge la resolución aprobada]
Ahí le esperaba la oposición. La cabeza de lista de la oposición, Inés Arrimadas, de Ciutadans, no dejó pasar la oportunidad: “Aquí hay muchos señores que están tratando de escapar de la justicia y están hasta las cejas de corrupción, tienen 15 sedes embargadas, están siendo investigados por el 3% y tienen a su tesorero en prisión sin fianza. Y esos señores son los que quieren decidir qué leyes cumplen o no”. En la primera fila, el presidente Artur Mas ponía cara de circunstancias con gesto agrio, reservándose para el debate de esta tarde.
Porque no sólo se votaba “el solemne inicio del proceso de creación del Estado catalán en forma de República” (así consta textualmente en la resolución). En una ampliación de la propuesta de JxS y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) presentada el viernes, se llama a la desobediencia de determinadas leyes españolas como la ley Wert, la Ley de Seguridad Ciudadana o la de Administraciones Locales. También propone desobedecer las sentencias del Tribunal Constitucional y cualquier norma española.
Como señaló la diputada de la CUP Anna Gabriel, “esto no es una declaración unilateral de independencia, pero sí es un acto íntegro de soberanía y dignidad. Necesitamos la ruptura por la imposición españolista que evita que nos lleguen recursos para atender temas de interés social. Esto es por culpa del fundamentalismo constitucionalista, de la legalidad hecha búnquer, que nos impide un plan de choque para paliar las desigualdades sociales”.
Tanto JxS como laCUP insistieron en que la resolución de inicio de ruptura se debe a que “tenemos una mayoría democrática y una legitimidad moral para realizar este planteamiento”.
Ése, claro, era su punto de vista, porque todos los demás rechazaban esa visión egocéntrica de la política catalana. La oposición en pleno, de izquierda a derecha, desgranó los puntos flacos de ese plan. “Ustedes no tiene un mandato democrático de desconexión. Para eso, se hubiese requerido un acto democrático sólo en forma de referéndum. Y lo que ha habido son unas elecciones”, les recordó Joan Coscubiela en nombre de Catalunya Sí Que Es Pot. Igual que el socialista Miquel Iceta, el representante de ICV les recordó que “para cambiar el Estatuto hacen falta un mínimo de 90 diputados. ¡Y ustedes pretenden romper con España con sólo 72 diputados! Hay cosas que no cuadran. Ustedes no tienen legitimidad para hacer lo que hacen”.
“Es esperpéntico”
También les recordó Coscubiela que mientras llamaban a no acatar las sentencias del Constitucional,el mismo día, el Gobierno catalán interponía dos recursos contra sendas leyes españolas ante ese tribunal. “¡Es que ni ustedes mismos se lo creen! También dicen que no reconocerán a las instituciones españolas. ¿Y con quién negociarán entonces? Es esperpéntico. ¿Cómo le dirán aEuropa que no cumplirán leyes españolas y europeas? ¿Cómo les dirán que sólo cumplirán las leyes que les parecen bien? Lo que ustedes están haciendo es una insurgencia de papel”.
Iceta ahondó sobre el asunto. “¿A qué puerta llamarán si niegan legitimidad a las instituciones españolas? Recuerden que el propio secretario general de la ONU acaba de decir que Cataluña no entra dentro de los territorios con derecho a autodeterminación. Y recuerden también que situarse fuera de la ley tendrá costes y consecuencias imprevisibles y no sólo para ustedes, sino para el conjunto de la ciudadanía”.
El líder socialista advirtió al frente rupturista que “no esperen ni nuestra comprensión ni nuestra solidaridad cuando se pongan en marcha los mecanismos legales democráticos contra esto” y advirtió que “ustedes no se están desconectando de España. Se están desconectando de los ciudadanos, de la legalidad democrática, de la realidad. La resolución, lejos de resolver el problema del encaje de Cataluña en España lo agrava; lejos de unir, divide; lejos de acercarnos a la independencia, pone en pieligro el autogobierno”.
Operación de salvamento personal
Arrimadas argumentó que éste “es el desafío más grande a la democracia en 30 años” y que la resolución presentada “pone en peligro las bases de la democracia”. Echó en cara a Artur Mas el que cada día esté más solo y que incluso “ni siquiera tiene a su lado a muchos consejeros de su gobierno”. Arremetió, asimismo, contra el independentismo excluyente. “Hay que reformar España, no romperla. Ustedes alimentan la insolidaridad. No hay nada más insolidario que defender que aquí somos más ricos y por eso en el resto de España nos quietan lo nuestro”. De ahí que “esta resolución rompe los principios de la democracia”.
También estuvo beligerante Xavier García Albiol, líder del PP en el Parlamento autonómico. Ustedes pretenden convertir el proceso de ruptura en una operación de salvación personal de Artur Mas y de Convergencia, cediendo al chantaje de la izquierda más radical de Europa”, dijo en referencia a la CUP.
Albiol calificó la resolución de “subversiva porque atenta contra el Estatuto y la integridad territorial de la Constitución. El suyo es un proyecto excluyente y rupturista”. Incluso llegó a decir que “no es un proceso pacífico porque violenta las normas. La independencia no es la solución: es el problema”. El líder popular le recordó al ‘president’ que “aunque tenga la mayoría parlamentaria, no dispone de la mayoría social”.
Al final, la resolución fue aprobada con los votos a favor de JxS y la CUP exclusivamente, o sea, 72 votos contra 63. Una resolución alternativa presentada por Catalunya Sí Que Es Pot, que se expresaba en términos parecidos pero que no contemplaba la desobediencia de las leyes ni el inicio de la ruptura, sino que reclamaba un referéndum pactado,se quedó sólo con los votos a favor de esta formación y la abstención de la CUP.