Mientras el Parlamento delibera sobre esta primera demanda, un grupo de cinco abogados prepara un segundo pliego de acusaciones en contra del exministro de Finanzas griego por revelación de información confidencial.
La Fiscalía del Tribunal Supremo de Grecia ha transferido este martes al Parlamento heleno una demanda contra el ex-ministro de Finanzas Yanis Varoufakis por su “actuación durante la negociación” con los acreedores, que en su opinión podría constituir un delito de “alta traición” por haber causado “daños incalculables al país”.
La Cámara deberá evaluar ahora si sus actos estuvieron dentro de los límites del cargo de ministro de Finanzas o si hay motivos suficientes para iniciar una investigación al ex-ministro y aún diputado, para lo que se le levantaría la inmunidad parlamentaria.
Mientras el Parlamento delibera sobre esta primera demanda, un grupo de cinco abogados prepara un segundo pliego de acusaciones revelación de información conficencial, como consecuencia de la conversación telefónica publicada esta semana en la que el propio Varufakis revelaba un supuesto “plan B” por si Grecia tenía que salir del euro.
Según el diario conservador Kathemerini, inmediatamente después de oír esta grabación, el fiscal del Tribunal Supremo del país, Efterpi Koutzaman, puso el caso en conocimiento del organismo correspondiente con la Fiscalía griega. La opinión de los juristas habría quedado dividida entre quienes abogaban por iniciar acciones legales y quienes se frenaban alegando inmunidad por tratarse de un ministro.
La demanda original, la primera, fue presentada por Panayiotis Giannopoulos, abogado y el alcalde de una pequeña ciudad costera, que a su vez es el líder de un partido sin representación parlamentaria. El documento llegó antes de que se publicaran las citadas revelaciones sobre el “Plan B”.
Concretamente, los demandantes consideran que Varoufakis incurrió en el delito de alta traición al haber violado con su actuación durante todas las negociaciones el mandato del pueblo tras las elecciones, que consistía en llegar a un acuerdo con los acreedores para sacar el país de la recesión.
Según el prestigioso abogado Alexandros Lykourezos, consultado al respecto por el diario conservador griego Ekathimerini, la primera de las dos acusaciones no tiene demasiados fundamentos legales. Sin embargo, matizó, si hay bases para una denuncia más articulada.
Sin secretos
Las declaraciones de Varoufakis, que parece dispuesto a contar toda su experiencia como ministro de Finanzas, sigue salpicando a todos los líderes políticos con los que se cruzó. La última revelación que ha hecho es una conversación con el presidnte de EEUU, Barack Obama, publicada por el semanario The New Yorker.
Durante la visita de Varoufakis a Washington en pasado mes de abril, el mandatario estadounidense habría ofrecido palabras de ánimo al que por entonces era miembro del ejecutivo de Alexis Tsipras. “Heredaste un gran problema cuando llegaste al poder, pero al menos tenías el apoyo del banco central”, dijo el ex ministro heleno a Obama, en referencia a la Reserva Federal.
“Nosotros heredamos un problema y tenemos a un banco central (el Banco Central Europeo) tratando de ahogarnos”, dijo Varoufakis al mandatario estadounidense. Según Varoufakis, Obama le respondió que no debía desestimar sus duros comienzos al frente de la Casa Blanca, añadiendo que el rescate a Wall Street estaba “en contra de su política” y que se convirtió en un “veneno político”. Después, Obama le recomendó a Varoufakis que “tragase las cosas amargas”.
Siempre según la versión de Varufakis, que la Casa Blanca se ha negado a comentar, el presidente de EEUU mostró mucha más solidaridad con Grecia al reconocer que “la austeridad apesta”. Obama le habría venido a decir que la austeridad “no funciona” ya que crea miseria, se auto-perpetúa y es contraproducente.
Al parecer, la conversación no terminó ahí. El ex ministro de finanzas heleno deslizó que su homólogo en EEUU, el secretario del Tesoro, Jack Lew, no había sido tan comprensivo como Obama con la situación de Grecia. A lo que el presidente habría contestado: “Ya sabes cómo son los ministros de finanzas… son más conservadores”.