El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, se mostró hoy “convencido” de que los nuevos líderes chinos llevarán a cabo las reformas económicas necesarias para asegurar el crecimiento del país en el futuro, entre ellas la urbanización, una normativa que las autoridades se han mostrado reacias a reformar.
En una rueda de prensa en Pekín tras su primera visita como presidente de la organización internacional, Kim aseguró que Li Keqiang, el actual viceprimer ministro del Gobierno y futuro primer ministro, propuso al Banco Mundial que realizara un estudio sobre la urbanización en el gigante asiático.
“Li reafirmó su compromiso de avanzar en este sentido y es consciente de que el país tiene que abordar varias cuestiones que se plantearán con la afluencia masiva de personas que vendrán a las ciudades”, precisó Kim, quien añadió que el viceprimer ministro instó al Banco Mundial a presentar su informe “lo más rápido posible”.
La actual normativa de urbanización y migraciones, llamada “hukou”, clasifica a los trabajadores chinos como rurales o urbanos, por lo que si un obrero quiere trasladarse del campo a la ciudad tiene que pedir un permiso para ello.
De hecho, el número de personas a las que se les permite moverse está controlado y la reforma del sistema genera controversia en China, ya que una liberalización podría provocar migraciones masivas del campo a la ciudad, lo que pondría en riesgo los servicios públicos urbanos y dañaría la econo