La comunidad holandesa en Argentina celebró este martes con alegría y emoción la asunción de Guillermo Alejandro y Máxima Zorreguieta como nuevos Reyes de Holanda, con distintos actos de carácter oficial, durante el día, y otros menos protocolarios ya de noche.
Más de 500 holandeses residentes en el país madrugaron este martes para reunirse en el Hipódromo de Buenos Aires y seguir en directo, a través de una pantalla gigante, la abdicación de la reina Beatriz y el acto de coronación de su hijo.
La euforia de la comunidad holandesa contrastó, sin embargo, con la normalidad que se vivió en las calles de Buenos Aires donde, sólo en los kioscos, el rostro de Máxima se asomaba en las portadas de los periódicos.
Aunque sin carácter oficial, la presidenta argentina, Cristina Fernández, se refirió a la nueva Reina consorte de Holanda al comienzo de un acto con gobernadores y ministros y recordó que Máxima enseñó a hablar “muy bien” el español a su marido, el ya rey Guillermo Alejando, “así que bien por Máxima”, dijo.
“Tenemos Reina y Papa, no nos falta de nada, bueno y Messi, pero yo no soy futbolera”, añadió.
Para esta fecha especial, la Embajada de Holanda engalanó los salones del hipódromo con un enorme ramo de tulipanes naranjas y múltiples detalles del color que simboliza a la Casa de Orange, que reina en los Países Bajos.
El embajador holandés, Hein de Vries, fue el encargado de dirigir unas palabras a los invitados que disfrutaron mientras tanto de un desayuno con pastas típicas holandesas.
“Es un día hermoso, un día inolvidable. Hay mucha alegría y mucho respeto y agradecimiento para los 33 años del reinado de la reina Beatriz”, señaló De Vries.
“Estamos muy cerca del pueblo holandés. Ahora además tenemos un vínculo más fuerte ya que tenemos una reina que va a apoyar a nuestro rey, y ella nació en Buenos Aires, por lo que desde hoy hay un vínculo muy fuerte entre Amsterdam y Buenos Aires”, añadió.
El embajador aseguró que la nueva pareja real “tiene una gran tarea, ya que en Europa hay dificultades, crisis económica, es necesario unir al pueblo”.
“Personalmente tengo grandes esperanzas en la sinceridad, la inteligencia, la simpatía y la autenticidad de Máxima. Es algo más que va a agregar a la inteligencia y el conocimiento del Rey”, dijo.
Entre los asistentes, Clarisa, nieta de holandeses, aseguro estar “muy emocionada”. “Lo hemos disfrutado como seguramente lo habrán disfrutado ellos allí”, afirmó.
Como recuerdo de ese día tan especial, la embajada repartió broches con la bandera nacional, una naranjita y una pequeña corona. También ofreció, al término de la ceremonia de coronación, un almuerzo en el que se reunieron autoridades, miembros del cuerpo diplomático y una representación de la comunidad empresarial holandesa en Argentina.
Los argentinos se sienten orgullosos de tener compatriotas tan relevantes como Messi o el papa Francisco, pero la historia de Máxima la sienten mas como “un cuento de hadas”, según explicó a Efe Lucía, una argentina que vivió esta jornada como una más.
Hoy en la calle de Buenos Aires los sentimientos eran parecidos. “Es halagador, lindo, divertido, pero nada más. No creo que sea algo que nos vaya a subir la autoestima”, señaló Beatriz, que acudía a su trabajo como cada mañana.
“En la sociedad moderna lo de la reina y demás es anecdótico”, apuntó Elena, para quien quizá el hecho de que la nueva reina consorte de Holanda sea una Argentina sea “una buena oportunidad” para mejorar la imagen que tiene el país.
Máxima es “alegre, sencilla, honrada, honesta, familiar y fabulosa y sería excelente -añadió- que esa fuera la imagen que Argentina proyectara al exterior, porque los argentinos, en general, trabajamos y somos honestos”.
Como día especial que es en su país de origen, la comunidad holandesa en Argentina termino esta jornada festejando a sus nuevos Reyes en la Oranjefest, la tradicional celebración holandesa, en una popular discoteca de la ciudad.