Confidencial Colombia. En los últimos días se ha sobresaltado el tranquilo pueblo boyacense de Villa de Leyva debido a un incidente doméstico. El pasado día 29 de marzo, en varios grupos de Facebook, se publicaba que un vecino había matado con una pistola a un perro.
Los indignados dueños del perro iniciaron ese mismo día una campaña de acoso y denuncia contra el presunto atacante, José Antonio Salazar, ex magistrado de Corte Suprema en los años 80. La versión inicial que corría como la pólvora por redes sociales y algunos medios de difusión era que el señor Salazar había matado a sangre fría al animal sin razón aparente. Incluso en algunas publicaciones se hacía alusión a que el señor tenía “gustos paramilitares” por haberse fotografiado con bomberos de Texas, Estados Unidos, en una misión filantrópica de hacía años.
En declaraciones exclusivas a Confidencial Colombia, Salazar rompió su silencio de tres días y nos explicó el incidente en primera persona para aclarar las cadenas de fake news, mentiras y medias verdades sobre lo sucedido. “El pasado 29 de marzo hubo un incidente dentro de mi propiedad. Estábamos tranquilamente cuando vimos a los perros en el jardín, cerca del parque de los niños. Los presentes tratamos de espantarlos y alejarlos con nuestros gritos, lejos de amedrentarse, el Rottweiler, el perro más grande, se vino al ataque. Le hice un disparo a la grama y no se detuvo y cuando llegó a dos o tres metros de la entrada del corredor en donde estábamos, tuve que dispararle nuevamente antes de que nos atacara a la familia de la administradora de la casa, a su esposo y sus dos niños de 2 y 12 años, y a mi mismo”.
Trabajo en organizaciones humanitarias
El ex magistrado se encuentra muy sorprendido por todo el revuelo de los hechos. “No soy el enemigo de los animales, ni el salvaje y frío asesino como tratan de presentarme en las redes sociales de manera irresponsable y desinformada, lo cual ha generado, hasta ahora, 14 amenazas contra mí y mi familia, que ya están en poder de las autoridades. Soy propietario de dos perros pastores alemanes, debidamente entrenados, cuidados y mantenidos. Durante más de 25 años he sido directivo y presidente de la asociación ambiental más importante del país. He dedicado gran parte de mi larga vida y del patrimonio familiar al servicio en la comunidad a través de varias asociaciones. Actualmente patrocino un plan de becas del cual se ha beneficiado, entre muchos, una médica veterinaria, cuya especialización es precisamente el cuidado de especies menores. Es decir, a toda esa gente le digo que no soy ningún pistolero irresponsable y mantengo mi arma de defensa personal, debidamente amparada, desde cuando fui amenazado como miembro del poder judicial en la época de las extradiciones. Mi oficina fue incinerada en la toma del Palacio de Justicia y he sido víctima de tres atentados por parte de los brazos armados del narcotráfico”.
Preguntado sobre si habían tenido incidentes previos con el animal, Salazar fue tajante: “tristemente, el perro era reconocido entre el vecindario como un animal agresivo y en reiteradas oportunidades le solicitamos a la señora Leonor Rodriguez la adecuada custodia de sus animales, sin ningún resultado. Al respecto los vecinos han instaurado querellas en la Policía. Hace dos años ya tuvimos un incidente grave con este perro, cuando atacó, dentro de mi predio, a una niña quien resultó lesionada en su brazo y en la nariz en la carrera de huida del animal. De esto hay varios testigos entre ellos la profesora de inglés, en cuya casa toma clases particulares. En ese entonces tenía 10 años. La administradora habló con la propietaria de los perros por teléfono para reportarle la presencia de sus animales dentro de nuestra propiedad. Asimismo, personalmente hablé con ella, después de que sus perros lesionaran seriamente a mi perro Thor. En otra trifulca Mía, mi otra perra Pastor alemán, resultó lesionada en la cara y una oreja. La situación llegó hasta el punto que la señora Leonor Rodriguez, resolvió bloquear nuestros teléfonos y retirarse del WhatsApp del vecindario. Hoy siguen bloqueados. Hay más de 15 testimonios sobre la conducta peligrosa del animal, de vecinos y empleados, que serán allegados al proceso oportunamente”.
Amenazado de muerte
En esta situación desagradable, Salazar rompe su silencio por varios motivos, desmentir la versión sesgada y mentirosa que riega las redes sociales y denunciar amenazas reales contra la integridad física de él mismo y su familia: “estoy viendo amenazada mi vida y mi tranquilidad por una versión mentirosa e interesada de los hechos que vamos a demandar con toda. La mentira no puede imponerse en un hecho como este. Fue un infortunado incidente que se hubiera evitado con una adecuada custodia de los animales por parte de sus propietarios. La verdad de los hechos es esta, y no soy ningún delincuente. De no haber actuado así, el perro hubiera cometido una tragedia pues estaba enfurecido, en posición de ataque, a dos niños, uno de ellos de dos años”, concluye a Confidencial Colombia.