Durante la ofensiva que hace parte de la ‘Operación Agamenón II’, que se hizo de manera simultánea 32 allanamientos y registros a establecimientos comerciales, oficinas y viviendas en Bogotá, Medellín y Montería, y en los municipios antioqueños de El Santuario, Apartadó, Montebello, Turbo y Mutatá. Se logró la captura de 20 presuntos integrantes de la principal red financiera del ‘Clan del Golfo’. Estructura ilegal en los últimos años había logrado aportar una suma de 212 mil millones de pesos.
Asimismo, se incautaron más de 470 millones de pesos en efectivo, 4 armas de fuego, munición, 49 celulares, 28 computadores, 9 memorias USB, un disco duro y 2 tabletas. Gracias al trabajo articulado entre la Policía Nacional, la Fiscalía General de la Nación y la Unidad de Información y Análisis Financiero UIAF, se pudo establecer que el dinero confiscado, tendría como destino final varias zonas del Urabá antioqueño.
Tras dos años de indagaciones, quedó al descubierto que la red estaba encabezada por un hombre conocido en el mundo del delito como ‘Matías’ o ‘Maxi’, sindicado de hacer parte del círculo cercano de Arístides Manuel Mesa Páez, ‘El Indio’, uno de los principales cabecillas del ‘Clan del Golfo’.
Según las investigaciones ‘Matías’, al parecer, era el encargado de mantener activas las finanzas del grupo armado organizado para la consecución de armas, equipos de comunicaciones, pago de nóminas y la adquisición de lujosos vehículos y propiedades en la región del Urabá. Además que el contacto con las estructuras delictivas de Centroamérica estaría a cargo del hermano de ‘Matías’, conocido como ‘Ómar’, quien también fue capturado.
De acuerdo a los informes, el lavado de activos era coordinado a través de 10 empresas, que tenían como fachada la venta de bebidas y tabaco, pero que se nutrían con recursos que recibían de enlaces de narcotraficantes en Honduras, Costa Rica, Guatemala y Panamá, y de actividades de contrabando.
Además el dinero de origen ilegal era ocultado en centros de acopio, como algunos Sanandresito en Bogotá, y el complejo comercial El Hueco, la Central Mayorista e inmuebles del exclusivo sector de El Poblado, en Medellín. Este eslabón del engranaje criminal era coordinado por ‘Carra’, quien también fue detenido y era conocido por su participación en negocios de contrabando y cambio de divisas.
Otro de los jefes de la estructura desarticulada es ‘Juangui’ quien, además de administrar los negocios relacionados con el tráfico de drogas e ingreso ilegal de mercancía, tenía la misión de adquirir vehículos de gama alta y fincas lujosas en el Urabá antioqueño para los principales cabecillas del ‘Clan del Golfo’.
Al parecer, el dinero recaudado en las distintas ciudades donde intentaban legalizarlo era enviado al Urabá en caletas acondicionadas en tractocamiones o a través de correos humanos. De acuerdo a Los investigadores por cada viaje se transportada entre 1.000 y 2.000 millones de pesos
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