“Estoy muy mal”: Gerente aerolínea Lamia, Gral. Gustavo Vargas

Confidencial Colombia se comunicó con el Gerente de la aerolínea Lamia, General (r) Gustavo Vargas, quien se abstuvo de hablarnos porque dice estar muy mal tras el suceso.

El General jubilado Gustavo Vargas gerencia la aerolínea encargada de la aeronave que se accidentó la noche del lunes en Antioquia. Le ha dicho a Confidencial Colombia “estar muy mal por la noticia” y no respondió preguntas asegurando estar reunido con familias de las víctimas.

En otras declaraciones Vargas ha dicho que no sabe qué pudo haber pasado para que su única aeronave operativa se estrellara a pocos kilómetros de su destino. Además que el avión nunca había presentado fallas e insiste en que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre la tragedia.

“Nunca habíamos experimentado ningún incidente y ya habíamos hecho un vuelo directo de Santa Cruz a Medellín antes”, le aseguró a BBC el gerente de la compañía con operación en Bolivia.

Asimismo, en entrevista con el canal boliviano Unitel, afirmó que en el plan de vuelo el piloto tenía la potestad de llegar a Bogotá con el fin de reabastecerse de combustible en caso de déficit, teniendo en cuenta que es más cerca que Medellín y que la autonomía del avión no era muy larga.

Sin embargo, indicó que inicialmente estaba previsto una recarga de combustible en la ciudad boliviana de Cobija, fronteriza con Brasil, pero que ese plan quedó descartado por falta de tiempo.

“Lastimosamente no pudimos reabastecer en Cobija, que era el punto inicial, porque al no haber logrado el vuelo desde Brasil, tuvimos que contratar otro chárter y se nos hizo tarde, Cobija no trabaja en la noche”, manifestó.

En el diario Página Siete, Vargas afirma que el piloto “toma la decisión de no entrar a Bogotá porque pensó que le alcanzaba el combustible. Se trata de un piloto de mucha experiencia que hizo su entrenamiento en Suiza”.

Aun se investiga las posibles razones por las que el piloto Miguel Quiroga siguió directo a Medellín, además de estudiar las causas concretas del accidente, que apuntan en una primera instancia a que el piloto no tenía el combustible necesario para llegar al José María Córdoba de Rionegro y que no reportó al controlador su problema como emergencia.