En jefe negociador de las Farc, ‘Iván Márquez’, fue el encargado de expresar las conclusiones de un nuevo acuerdo entre el gobierno y esta guerrilla. A pesar de llegar a coincidencias en el cuarto punto de la agenda -Solución al problema de las drogas ilícitas y narcotráfico-, la subversión afirmó que hay “asuntos pendientes o salvedades que deberán abordadas antes de la firma del acuerdo final”.
El acuerdo giró alrededor de sustitución de cultivos, concertada con los cultivadores, con subsidios y cambios en el campo. También hubo acuerdo sobre tratamiento social y de salud pública al consumo. Para las Farc, queda pendiente desmontar los eslabones más fuertes del narcotráfico que, según esta guerrilla, está concentrado en el sector financiero.
En las declaraciones a los medios de comunicación, ‘Márquez’ tuvo un espacio para hablar de las autoridades estadounidenses y su, según el líder negociador de las Farc, injerencia. En este caso aseveró el supuesto involucramiento de la CIA en el negocio y de empresas multinacionales que se financian de manera ilícita, además de servir como base del lavado de activos.
A su vez reconoció que dentro de los temas pendientes está la reestructuración de la política antidroga: “En el proceso de redefinición de la política antidrogas se debe diseñar una nueva política criminal que debe proceder con la persecución del mercado y las redes transnacionales”.
De esta manera ‘Iván Márquez’ exhortó, para luego de discutir estos pendientes, se conforme “una comisión con grupos de académicos y expertos que diseñen esta nueva política”.
Otro de los temas que las Farc vienen hablando durante la discusión de este punto de la agenda es las aspersiones aéreas y las víctimas de las mismas, y que para el líder negociador de las Farc genera varios inconvenientes: “La identificación de las víctimas de las aspersiones aéreas, reparación de victimas. Establecimiento de fondo para la reparación. El viejo sistema de fumigaciones ha fracasado, generando daños al tejido ambiental”.
Además suscribió la importancia de “concretar una transformación estructural del sistema de salud pública”, así como la “realización de una conferencia nacional sobre política soberana de lucha sobre drogas” y la estrecha relación de la producción y comercialización de drogas ilícitas con el paramilitarismo.
Por otra parte reafirmo, en relación a cese al fuego unilateral de las Farc y el Eln, la necesidad de una tregua bilateral que “sin duda rodearía la positividad las delegaciones de paz” y no una “intensificación del conflicto”. Recordó que para la guerrilla, “es hora que el Gobierno enderece la lógica de sus pensamientos y entienda que este no es un proceso de sometimiento sino de transformación política”.
Y finalizó resaltando la importancia de este nuevo intento por llegar al fin del conflicto armado en Colombia: “Somos consientes de la potencia transformadora del actual momento histórico, por ello estamos en La Habana realizando nuestro mayor esfuerzo”.