Finlandia OTAN El gobierno de Finlandia presidido por el conservador Sauli Niinistö, y la primera ministra socialdemócrata Sanna Marin han nunciado oficialmente que Finlandia va a solicitar su adhesión “sin demora” a OTAN. “Nuestra entrada en la organización reforzará la seguridad de Finlandia”, afirman ambos mandatarios en un comunicado de prensa conjunto. “Como miembro de la OTAN, Finlandia reforzará toda la alianza de defensa. Solicitaremos nuestro ingreso con carácter de urgencia”, afirmaron.
La solicitud oficial se espera para la semana que viene, aunque la decisión debe ser aprobada primero por el Parlamento finlandés, el Riksdag, lo que se espera que sea simplemente una formalidad. “Esperamos que en los próximos días se den rápidamente los pasos necesarios para llevar a cabo esta medida”, han indicado Niinistö y Marin.
Biden arremete contra Rusia y Putin
La decisión rompe con ocho décadas de no alineamiento. El Kremlin dice que es “sin duda” una amenaza para Rusia y a anunciado una fuerte respuesta. El Ministerio de Exteriores de Rusia anunció “represalias de carácter militar-técnico y de otro tipo” si se confirma la adhesión a la Alianza Atlántica. “Causará graves daños a las relaciones bilaterales”, por lo que Moscú ha afirmado que “se verá obligada” a tomar “represalias” para “detener las amenazas de seguridad a su territorio que se presenten al respecto. Ingresar en la OTAN también será una violación directa de las obligaciones legales internacionales de Finlandia, principalmente el Tratado de Paz de París de 1947, que establece la obligación de las partes de no entrar en alianzas ni participar en coaliciones contra uno de ellos”, advierten desde el Kremlin.
Riesgos reales
Las “medidas técnicas militares” con las que Putin amenaza si estas naciones se unen a la OTAN fueron interpretadas por los expertos en dos sentidos: un refuerzo de las fronteras rusas, acercando tropas y misiles a Occidente, y posiblemente un aumento de los ciberataques en Escandinavia. Mantenerse neutral ha sido muy conveniente para Suecia a lo largo de los años. Renunciar a esa neutralidad no debe tomarse a la ligera. Y también habrá un costo económico para la industria armamentista nacional de Suecia si el país se ve obligado a comprar armas de la OTAN en lugar de las propias.
La repentina expansión en su flanco norte presenta una amenaza existencial para la seguridad de Rusia es un duro golpe para Putin, no se sabe exactamente cómo responderá Moscú.