Tras cinco reuniones ordinarias y una extraordinaria, empresarios, trabajadores y gobierno no lograron ponerse de acuerdo en el aumento del salario mínimo y éste tendrá que establecerse a través de un decreto. Los empleados aseguraron que la propuesta de los contratantes es “miserable”.
Mientras que los representantes de las centrales obreras y trabajadoras propusieron un aumento superior al 7.5 por ciento, los empresarios mantuvieron su propuesta de elevar el salario mínimo en 3.5 por ciento, algo inferior a 20 mil pesos, para el próximo año.
El presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT), Julio Roberto Gómez afirmó en Confidencial Colombia que lamentablemente la clase obrera de Colombia se enfrenta a un Presidente mentiroso que no honra sus compromisos y a una clase empresarial tacaña que desconoce el término dignidad. Fue enfático al decir que nuevamente el poder encarnado en capital y Gobierno, “les pondrán conejo” a los trabajadores.
El dirigente sindical afirmó que en manos del Gobierno quedó la convocatoria de una nueva reunión o las que estime convenientes. “Esperamos llegar con una propuesta unificada sobre salario básico el próximo jueves a las siete de la mañana, pero la idea es agotar todas las instancias para acordar un incremento justo y acorde a la realidad del país”.
Para Gómez una propuesta consecuente es aquella que tenga en cuenta el mandato Constitucional que dice que para establecer un salario mínimo legal deben considerarse la inflación causada con la esperada y sumarles productividad y la contribución del factor trabajo al crecimiento de la economía colombiana. “Eso nos arroja un crecimiento por encima del seis por ciento”.
Precisó que no se puede desconocer el temor y el mal genio que hay en la población asalariada que podría recibir como ajuste del básico tan solo 20.000 pesos o menos y anotó que en ese sentido el Presidente de la República ha enviado unos mensajes que nos muy alentadores al decir que un salario alto genera desempleo. Refutó esta teoría y manifestó que el Primer Mandatario demuestra que no sabe en esencia, qué es un salario mínimo. “El piensa que quizás un salario alto implica doblar el mínimo de hoy”.
Sobre la tarea del Gobierno en la mesa de concertación salarial, el señor Gómez dijo que esta es una posición cómoda toda vez que no hay planteamientos que defiendan el ingreso de miles de personas, muchas de ellas que avalaron el mandato del Presidente con su voto.
Aseguró que el ejecutivo siente que tan solo debe arbitrar en una diferencia entre el capital y los trabajadores para finalmente quedarse por encima del bien y del mal lo que no debe ser normal ni posible en una negociación tripartita en donde el ejecutivo debe fijar una posición también.
Consideró que este Gobierno y otros han pecado en no reconocer que las economías crecen y se dinamizan sobre la oferta de la oferta y la demanda cuando hay dinero en los bolsillos, pero no como ahora que el país pretende posar de rico con una clase trabajadora empobrecida y mal tratada.
Aun cuando el DANE no ha podido establecer cuantos colombianos devengan el salario mínimo legal, las cuentas del Viceministro de Empleo y Pensiones dan cuenta que en el país más de 9.8 millones de colombianos ganan el salario básico legal o inclusive están por debajo de lo ordenado por la ley. En opinión del sindicalista una gran mayoría de los asalariados nacionales ganan mucho menos de lo ordenado por el Gobierno.
“Se calcula que no menos de 7 millones de trabajadores están ganando menos del mínimo legal”, afirmó Julio Roberto Gómez.
Finalmente aseveró que como gran desventaja para la nación, el Gobierno no habla con claridad. Gómez aseguró que el Presidente engaña y juega con cartas marcadas. “Así es muy difícil construir un acuerdo y consolidar una democracia”.
El gobierno, que se ve de nuevo en la obligación de decretar el mínimo para el 2013, tiene planeado subirlo en máximo el 4.5 por ciento. Esto significa un aumento de 25.502 pesos al actual monto, que es de 566.700 pesos.
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