Hola, soy Diego

Hola, mi nombre es Diego Yonathan Moreno Ramírez, tengo 25 años y quiero contarles de forma breve mi vida con el Síndrome de Asperger.

Desde que tengo memoria, el mundo me pareció un lugar extraño, ya que percibía muchos detalles que no lograba comprender y todo parecía una masa caótica de colores, sonidos, personas y objetos. No entendía ni cómo ni por qué o para qué estaban allí. Yo intentaba entender este mundo fijándome en los detalles de algunos objetos, como los que giraban, los que tenían forma redonda o eran lisos, y algunos otros de determinados colores o aquellos que fluían como el agua; podía pasar horas jugando con ellos.

Había cosas que no me gustaban, como el sabor de algunos alimentos, las luces fuertes o que me cortaran el cabello, y podía tener berrinches por estas cosas. Para mi madre era un niño muy pasivo y algo inteligente (según ella hablé a la edad normal y a los 2 años sabía los números y a los 3 quizá aprendí a leer), pero ella comenzó a preocuparse en mis primeros años de escolarización, cuando mis profesores presentaron quejas sobre mi de mala conducta, poca capacidad para socializar, poca tolerancia a la frustración, poca atención y problemas para entender y seguir órdenes.

Lo que yo recuerdo de esto es que mis compañeros solían molestarme y meterse conmigo, y que había profesores que me gritaban todo en una maraña de confusión, porque el colegio en sus primeros años lo percibí como un lugar hostil.

Cambié cuatro veces de colegio ya que tenía problemas con todos, pero mi madre ya me había llevado a San Camilo (Hospital Psiquiátrico), donde dictaminaron que debía recibir tanto terapia ocupacional, como terapia del lenguaje.

Recibí estas terapias hasta que tuve 8 años, después de ello pude adaptarme a un grupo reducido de niños, aunque con esfuerzo debí aprender reglas para poder comportarme o al menos poder seguir las órdenes de mis profesores y así pude hacer sin muchos problemas la secundaria y la universidad.


Desde muy pequeño he enfocado mi atención a intereses concretos. Al principio eran objetos y luego temas de interés específico tales como la biología, la religión, la astronomía y la historia, sobre los cuales hacía preguntas incesantes a mis hermanos, sin embargo, los demás chicos se aburrían con estos temas y yo no entendía por qué no compartían mi interés.

A medida que crecía, sobre todo después de los 10 años, mis intereses se hicieron más técnicos y pasaba el tiempo leyendo libros sobre cuestiones como el cristianismo en sus primeros tres siglos, el estudio del cielo con el telescopio (a los 12 años mi madre me regalo uno), y los sistemas operativos del tipo Unix, el hardware de PC. Esto orientó mi interés por la informática.

Entre las cosas que suelo recordar, es que de muy niño fui muy malo para los deportes de equipo debido a mis malas habilidades motoras, esto hacía que correr tras el balón, tomarlo y llevarlo al jugar el fútbol fuese una tarea casi imposible; como era algo que hacía torpemente, solo conseguía recibir las burlas de los demás chicos de mi clase y precisamente los terapeutas que tuve en mi infancia pensaban que yo tenía “retardo motriz”.

En cuanto a mi vida social, he logrado hacer unas pocas amistades con gente con la que tenía intereses en común, principalmente la informática y la astronomía. Mi amistad con estas personas consiste en compartir datos sobre cosas que leo, y explicar los resultados de algunos de mis experimentos.

Fuera de estas áreas, mi interés por hacer amigos ha sido muy poco, ya que cuando intentaba hacer amigos de niño, solo conseguía que se aburrieran conmigo o se burlaran.

Ahora de adulto intento comprenderme mejor a mí mismo, conociendo a más personas con Asperger y leyendo libros sobre el tema.

Luego les contaré más.

Hasta pronto…