IDEAM advierte probabilidad de consolidación de La Niña en Colombia

Christian Euscátegui, jefe del Servicio de Pronósticos y Alertas del Ideam, aseguró en entrevista con Confidencial Colombia, que por un cambio en los vientos en la parte central y “teniendo en cuenta los análisis y lo que indican los diferentes modelos, a hoy se estima entre el 50 y el 60 por ciento de probabilidad que se dé el fenómeno de La Niña con una intensidad débil y poco duradera”.

El meteorólogo también indicó que, posiblemente, hasta febrero del 2017 podría haber una condición de neutralidad nuevamente en el país.

El funcionario dice que, aunque en época de fuertes precipitaciones todos los departamentos deben estar preparados, enfatiza que la región andina: Antioquia, Santander, El Eje Cafetero; la zona litoral del Valle y Nariño, y el pie de monte del Meta, son territorios que deben tener mayores precauciones.

Es importante resaltar que el país enfrentará fuertes lluvias en la zona Caribe aproximadamente hasta la primera semana de diciembre, mientras que para la zona andina se estima que llueva hasta la tercera semana del último mes del año. Usualmente para ese momento tiende a haber alternancia entre clima seco y lluvias leves, esto dependiendo de los sistemas meteorológicos que influyan sobre ese fenómeno atmosférico.

Acerca del pronóstico para el inicio del próximo año, Euscátegui asegura que se tiene que cambiar el concepto de temporada seca, porque si bien es evidente que las precipitaciones disminuyen considerablemente “eso no quiere decir que deje de llover”. La buena noticia es que enero de 2017 vendrá con intervalos de lluvias, lo que descarta la intensa ola de calor que vivimos los colombianos a principios de este año causada principalmente por la presencia del fenómeno del Niño que afectó gran parte del territorio y amenazó el suministro de energía por las inevitables sequías de los principales afluentes.

Un video grabado en Cartagena, en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, nos muestra la magnitud de los encharcamientos por las constantes precipitaciones