ISIS enfrenta a Rusia y a Turquía

Rusia “puede probar” que Turquía es el gran consumidor del crudo producido por el Estado Islámico en Siria e Irak. Moscú acusa directamente a Erdogan y su familia y presenta imágenes por satélite.

Rusia asegura que tiene pruebas de que Turquía es el principal consumidor del petróleo producido por el autodenominado Estado Islámico en Siria e Irak. Moscú acusa a Ankara, y en concreto a su presidente, Recep Tayyip Erdogan, y su familia, de beneficiarse del tráfico de crudo del ISIS.

“El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación de Rusia tiene pruebas irrefutables, basadas en imágenes desde el espacio y reconocimiento aéreo, de la participación de Turquía en este negocio. (…) Según nuestros datos, en este negocio criminal están involucrados el alto liderazgo turco, el presidente Erdogan y su familia“, ha dicho el Ministerio de Defensa ruso durante una conferencia de prensa.

Los máximos responsables de Defensa citan imágenes por satélite que, afirman, muestran el movimiento hacia Turquía de camiones cisterna cargados de petróleo desde zonas controladas por el Estado Islámico. Añaden que conocen tres rutas por las que el crudo es trasladado hasta territorio turco, desde donde sería exportado en buques mercantes a terceros países:

“La ruta occidental va a los puertos turcos de la costa mediterránea; la del Norte, a la refinería de Batman, en Turquía; y la del Este, al mayor puerto de transbordo, en Cizre”. “Los hidrocarburos de la ruta occidental -explican- se producen en los campos de petróleo cercanos a la ciudad de Raqqa (‘capital’ del Estado Islámico en Siria), que vehículos transportan, sobre todo por la noche, hasta el noroeste de Siria. A través de las ciudades fronterizas de Azaz (Siria) y Reyhanli (Turquía) llega hasta los puertos turcos de Iskenderun y Dörtyol”.

El viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, ha subrayado que “los ingresos por la venta de petróleo -unos 2.000 millones de dólares- es una de las más importantes fuentes de (financiación de) las actividades de los terroristas en Siria”, que dedican ese dinero a reclutar combatientes y comprar armamento.

“El principal consumidor de ese petróleo robado a sus legítimos propietarios en Siria e Irak es Turquía”, subrayó el viceministro, quien acusó a Ankara del “saqueo de sus vecinos”. Los yihadistas dispondrían de unos 8.500 camiones cisterna para transportar diariamente “hasta 200.000 barriles de petróleo” desde los yacimientos bajo su control. Según Antónov, ésta es solo parte de la información en poder de Rusia sobre “los horribles crímenes cometidos por los dirigentes turcos, que financian directamente el terrorismo internacional”.

El Ministerio de Defensa ruso asegura que en las imágenes por satélite “tomadas el 13 de noviembre de este año, cerca de la localidad de Azaz en la carretera que une Turquía y Siria, se puede ver (en la foto A) en la parte turca 240 camiones cisterna y vehículos pesados. En la imagen B, en territorio sirio (se ven) 46 camiones cisterna y camiones esperando para cruzar la frontera“.

A finales de 2014, el ISIS producía unos 100.000 barriles de petróleo al día, según cálculos de Valérie Marcel, experta en fuentes de energía en Oriente Medio y analista de Chatham House. La cifra equivale a un 0,13% de la producción mundial, pero es significativa para el grupo terrorista en cuanto a generación de ingresos.

Diversos análisis estimaban que el Estado Islámico se embolsaba entre 1,5 y 3 millones al día por aquel entonces con el tráfico de crudo. Washington cifra en 40 millones de dólares mensuales las ganancias de los yihadistas gracias a la producción y exportación.

Las informaciones sobre la supuesta ‘exportación’ del petróleo producido por el ISIS no son una novedad. La agencia ‘Reuters’ citaba en julio de 2014 al presidente del comité energético de Mosul, Husham al Brefkani, quien tenía “informaciones confirmadas que muestran que el Estado Islámico está exportando crudo del pozo de Najma, en Mosul, a Siria para pasarlo de contrabando a un país vecino de Siria“.

Uno de los mejores clientes del ISIS es, precisamente, uno de sus enemigos: Bashar al Asad. El régimen, que según analistas compraría el crudo con la mediación de líderes tribales, necesita petróleo para mantener su maquinaria bélica pero no puede adquirirlo en los mercados internacionales debido al embargo.

Recientemente, Estados Unidos, que lidera la coalición internacional contra el ISIS, ha centrado la campaña de ataques aéreos en bombardear su infraestructura petrolera. A mediados de noviembre aviones estadounidense atacaron más de un centenar de camiones cisterna empleados por el ISIS para transportar crudo desde sus pozos en Siria. Según informó el ‘NYT’, los ataques destruyeron 116 camiones en la zona de Deir al Zur, junto a la frontera con Irak.

A modo de defensa a las acusaciones rusas de los últimos días, el propio Gobierno turco ha tratado de acusar a su vez a Rusia de comprar petróleo del Estado Islámico. Erdogan repetido hoy que dimitiría si Putin podía probar que Turquía había comerciado con el ISIS. “Voy a decir aquí algo muy fuerte.

Si esto se prueba, la nobleza de nuestra nación requeriría que no siguiese en mi puesto”, afirmó el mandatario turco, según la agencia Anadolu. Así las cosas, Erdogan ha insistido en que no quiere seguir perjudicando las relaciones con Rusia, que se encuentran en su punto más bajo desde que hace una semana cazas turcos derribaran un avión ruso en la frontera con Siria por entrar en su espacio aéreo, extremo que niega Moscú.