A sus 87 años murió el reconocido periodista mexicano, Jacobo Zabludovsky. Era considerado por el gremio como el precursor de los noticieros televisivos del país azteca.
Durante 30 años fue la cabeza principal del noticiero informativo de México: 24 Horas que se transmitía por Televisa. Luego de pasar tres décadas en la televisión, pasó a los micrófonos para convertirse en conductor radial.
Zabludovsky, se puede recordar por sus entrevistas a personajes importantes como Salvador Dalí, Cantinflas, Fidel Castro entre otros; o la transmisión de hechos históricos que marcaron la humanidad como la llegada del hombre a la luna en 1969.
Su oficio estuvo marcado por la versatilidad con la que lo hacía. Muchos considerar su mejor trabajo periodístico cuando narró (1985) a través del teléfono móvil de su carro, la catástrofe en Ciudad de México que se dio por cuenta de un sismo en el mes de septiembre.
Sin embargo, su carrera ha estado marcado por un sinnúmero de críticas por sus posiciones ante el Gobierno mexicano. Muchas de estas se han enmarcado en que el comunicador social siempre tuvo una opinión oficialista.
En el 2010, por ejemplo, la revista Gatopardo señaló que: “Una mañana, Univisión anunció que su nuevo director de noticias iba a ser Jacobo Zabludovsky, el legendario conductor del noticiero ‘24 Horas’ de Televisa y representante del tipo de periodismo solemne, oficial y siempre en línea directa con el gobierno. La designación de Zabludovsky provocó de inmediato el rechazo del grupo de periodistas cubanos y latinoamericanos que trabajaban en el noticiero nocturno, para quienes Zabludovsky y Televisa habían tenido un papel fundamental en la censura que durante décadas había impuesto el sistema político mexicano. El conflicto escaló hasta provocar la renuncia de casi todos los periodistas y productores de la redacción de noticias de la cadena, y el retiro de la candidatura de Zabludovsky, quien regresaría a México para conducir ‘24 Horas’ por otros 12 años”.
En el 2014, la Asociación Gardelina de Buenos Aires le otorgó al periodista la Orden del Porteño, por su afinidad y su cercanía con el tango y la obra de Carlos Gardel quien estuvo presente en su trabajo periodístico.
