La accidentada negociación con el ELN

Las fases preliminares de las negociaciones de paz con el ELN han estado marcadas por el cruce de versiones y los desacuerdos públicos que hacen pensar en un proceso trunco. Sin embargo, la voluntad de buscar una salida negociada persiste en ambas partes.

Son muchos los cruces de versiones sobre la voluntad de paz del ELN. A pesar de ello el Comando Central ha dejado claro que su apuesta es por un proceso de negociación encaminado a terminar el conflicto armado con el Estado.

Desde finales del año 2014 se supo que existían acercamientos y una fase confidencial y secreta de prenegociación entre el grupo guerrillero y el Gobierno Nacional.

El ELN siempre pidió que se incluyera a la ciudadanía como parte activa de la negociación, en un modelo que no quedó muy claro al principio. La participación de los colombianos se logró con la discusión pública de varias problemáticas nacionales que podrían ser recogidas por la agenda de negociación.

Una serie de foros en los que las organizaciones sociales y voceros de procesos populares expresaron sus inquietudes. De esa manera se lograron recoger las opiniones, impresiones y necesidades de varios sectores sociales.

Esta etapa se pudo surtir en un relativo secreto debido a que la atención mediática se volcó al proceso de paz que llevan a cabo el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC, en La Habana, Cuba.

Sin embargo, los acercamientos con el ELN sufrieron varios tropiezos. Ejemplo de ello fue la muerte de más de una decena de soldados en una acción armada de ese grupo insurgente llevada a cabo en Güicán, Boyacá. A lo anterior se suma el desacuerdo que existió entre las partes sobre la sede de los diálogos. El grupo guerrillero insistía en que debía ser Caracas, Venezuela, mientras que el Gobierno Nacional planteó que debía ser Quito, Ecuador.

Este desacuerdo hizo que no pudiera ser anunciada la fase pública de las negociaciones a finales de 2015.

Este mes de enero, a propósito de los aires de respaldo al proceso con las FARC, el jefe negociador del gobierno instó al ELN a sentarse a dialogar.

En respuesta, el Comando Central de ese grupo insurgente expidió un comunicado en el que señala a su contraparte de no haber definido fecha y sitio de la reunión que dará inicio al siguiente ciclo y que se encuentran listos desde noviembre para pasar a la fase pública.

A esto respondió el presidente Juan Manuel Santos, este primero de febrero, que “Ellos saben que eso no es cierto, nosotros estamos pidiéndoles desde hace ya algún tiempo que se facilite una serie de reuniones que tenemos todavía por delante, para pasar de la fase confidencial a la fase pública. Estamos a la espera de concretar esas fechas por parte de ellos”.

De igual manera el Frank Pearl, comisionado de paz, señaló este martes 2 de febrero que al ELN se le está agotando el tiempo para construir la paz en Colombia. Pearl señaló que ese grupo insurgente debe ser menos ambiguo y ser más claro demostrando hechos concretos de paz. Además, dijo que es falso que esa guerrilla esté dispuesta y lista para continuar las conversaciones de la fase exploratoria.

Así las cosas, pareciera que la formalización e instalación de un proceso de paz con el ELN es cuestión de tiempo y de comunicación más que de voluntad.