“La atención educativa al Autismo ha estado lenta, no frenada”

Se estima que en Colombia hay más de 115 mil personas con Trastornos del Espectro Autista, según los documentos de la Liga Colombiana de Autismo, LICA. Las personas con este trastorno tienen diferentes procesos de comprensión y es por esto que la educación que reciben debe ser diferente a la de una persona promedio.

Ana Parra Vallejo, profesional especializada de la subdirección de permanencia del Ministerio de Educación, nos cuenta cuál es la situación educativa de las personas con autismo desde la mirada gubernamental, y qué se está desarrollando para su inclusión en las instituciones.

Solanlli Lozano: ¿A nivel nacional, se están desarrollando procesos educativos dirigidos a la primera infancia con autismo? De ser así, ¿cuáles son?


Ana Parra Vallejo: Sí, se están desarrollando procesos educativos en niños con discapacidad, no discriminando los tipos de discapacidad, porque todo se encuentra bajo el marco de la educación inclusiva.

Sabemos que la primera infancia es muy importante, pero no se han desarrollado acciones específicas. Por el contrario sí se ha hecho con educación básica y media.

S.L.: ¿Tienen algún proyecto educativo enfocado en niños con autismo?


A.P.: No, especializados, no, pero en atención educativa en personas discapacitadas sí están incluidas las personas con autismo. Hay orientaciones que abarcan el autismo, no hay rutas de atención diferentes para autismo o para discapacidad cognitiva, sordos, ciegos… No. Se está hablando de una atención educativa para personas con discapacidad.

S.L.: Muchas veces el diagnóstico médico es considerado más importante que la condición de una persona con autismo. En este orden, hay paradigmas y mitos que generan barreras a un alumno con autismo. ¿Qué campañas de sensibilización se están desarrollando de acuerdo con estos casos para que sea posible su inclusión?


A.P.: Se suele pensar que una persona con autismo “no puede” o “no entiende”, pero ellos de acuerdo a su condición pueden entender e interactuar en la vida diaria. Entonces se busca minimizar esos pensamientos. No hacemos como tal campañas de sensibilización, nosotros le llamamos talleres de formación. Sabemos que algunas de las 95 secretarías de educación hacen campañas, sobre todo en fechas especiales; por ejemplo, en diciembre que se conmemora el día de la discapacidad salen a caminar y a pedir por sus derechos. En el Ministerio apoyamos dichas campañas con recursos, líneas de trabajo y orientaciones.

Cada secretaría decide en qué orientar los recursos. Se le pide a cada secretaría que sea juiciosa, porque la verdad algunas no lo han sido en cuanto a la planeación de los dineros. Como son descentralizados, en el marco de la autonomía, ellos deben organizar su oferta educativa para atender a todos los estudiantes: de minorías étnicas, con discapacidad, en extra-edad, entre otros.

S.L.: ¿Cuánto invierten en los proyectos?


A.P.: Hay secretarias que reciben aproximadamente 3.000 millones de pesos al año. Cada secretaría toma ese dinero para apoyar, acompañar e instruir a las instituciones. El decreto 366 es muy claro, le dice a las secretarias de educación cómo deben tratar los proyectos pedagógicos a estudiantes con discapacidad y en ello se basan para repartir los recursos.

S.L.: En la actualidad pocas instituciones educativas admiten a la población con autismo y por ello los alumnos con esta condición y sus familias viven un peregrinaje para lograr la inclusión escolar de sus hijos ¿Qué alternativas tienen las familias y los estudiantes con autismo para llegar a las instituciones? Y ¿cómo se está tratando la situación desde el Ministerio?


A.P.: La atención educativa al autismo ha estado lenta, no frenada. Pero este año por medio de un convenio con la Universidad Nacional, se va a tratar fuertemente el tema de atención a discapacidad. Pero se va a hacer mucho énfasis en la atención educativa que debe realizar la Secretaria de Educación con los proyectos de discapacidad.

Este año estaremos más enfocados en autismo y discapacidad cognitiva porque son las discapacidades que más lentas han estado en este proceso de educación inclusiva.

S.L.: ¿Qué está pasando con los alumnos en condiciones de discapacidad que están en extra-edad?



A.P.: La política pública del marco normativo del Consejo Nacional de Discapacidad es muy clara cuando dice que la responsabilidad de garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas con discapacidad es de todos los sectores. En el caso de las personas con autismo, mayores de edad, que han truncado sus estudios o nunca han estudiado, es manejada por un comité de discapacidad ubicado en cada entidad territorial. Este comité les brinda apoyo y ofrece oportunidades en cuanto a educación regular o también a posicionar a la persona con discapacidad en un ambiente de actividad productiva.

S.L.: Las familias de personas con autismo, en muchos casos, no tienen la capacidad de pago para educación privada en cuanto a un nivel universitario ¿Qué posibilidades hay de generar espacios para las personas con autismo dentro de estas instituciones?


A.P.: La ley es para el sector oficial y para el sector privado. Hay opciones buenas como el SENA, con nivel técnico y tecnológico, a la que tienen derecho de acceder todas las personas, incluso si éstas tienen alguna discapacidad. También hay entidades del estado como la UNAD (Universidad Nacional Abierta y a Distancia) que han avanzado en la oferta de educación superior.

Existe un documento que se llama “Lineamientos de educación superior inclusiva” del Ministerio de Educación, allí se le dice a todas las instituciones “Oiga, hay un grupo poblacional en situación de vulnerabilidad que está excluido del sistema educativo superior, también debe tenerlo en cuenta”.

S.L.: Debido a que la población con autismo tiene diferentes procesos de comprensión, pruebas como el ICFES, SABER, de ingreso a la universidad y demás, no son de su pleno entendimiento. ¿Qué acciones se están generando desde el Ministerio para la adaptación de estas pruebas?

A.P.: La Secretaría de Educación debe contratar una serie de equipos de apoyo, entre ellos: fonoaudiólogo, terapeuta ocupacional, psicólogo, psicopedagogo, entre otros. No todos tienen que ser de salud y tampoco todos deben ser docentes, pero todos con experiencia y formación en procesos de atención educativa para población con discapacidad, pero en el marco de la educación inclusiva.

Cuando hay ese tipo de pruebas, el equipo tiene que acompañar a las personas con discapacidad y eso está muy claro en la página web del ICFES. Cuando las pruebas son dirigidas a personas con discapacidad hay ajustes razonables en las pruebas. Acorde a la discapacidad de la persona se le brindará el debido acompañamiento en esa prueba.

S.L.: En la actualidad, ¿qué programas de formación y capacitación para personas con el Trastorno del Espectro Autista, TEA, orientados a la generación de habilidades y destrezas para proyectos productivos y/o inclusión laboral con apoyo, están incluidos en las políticas públicas del Ministerio de Educación?

A.P.: El decreto 366 se está mejorando, se está actualizando y va a salir el nuevo decreto con fecha en el 2015. Éste va a tocar el tema de habilidades y destrezas, que se refiere a lo que es “formación para la vida”, porque queremos que las personas con discapacidad, sean cada vez más independientes.

S.L.: Desde el interior de las instituciones educativas, los equipos de apoyo (fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología y trabajo social) son necesarios para una inclusión real y efectiva con autismo, pero no en todas las instituciones se desarrollan. ¿Qué se puede hacer frente a esto?

A.P.: El equipo que mencioné anteriormente, no se le va a enviar a cada institución educativa porque el dinero no alcanza. Lo que hace cada Secretaría de educación es que contrata a ese equipo para que apoye de manera itinerante a las instituciones educativas. Es decir que no va a estar todo el día con la institución, al contrario prestará sus servicios en temporadas.

S.L.: ¿Qué realizará el Ministerio de educación frente a esta situación más adelante?


A.P.: Estamos generando documentos de orientaciones pedagógicas para estudiantes con autismo, no para este año, para el próximo, porque hasta ahora lo estamos proyectando. Ya hay uno de “Orientaciones pedagógicas para la atención educativa para personas con autismo” del 2006, ya lleva casi 10 años, es viejo pero es un documento didáctico. El problema es que ese documento no es conocido en muchas instituciones educativas. Para el próximo año enfocaremos unos dineros en la actualización de esos documentos lo que implica trabajar con expertos, familias e ir a los territorios.