Maxim Martsinkevich, Tesak (machete), un neonazi ruso que con 29 años, dirige un imperio audiovisual callejero de producción propia y distribución por Internet, en el que según él, se encarga de darle “su merecido” a pedófilos y homosexuales. No obstante y como si fuera poco, la violencia de sus videos, se ha salido de control y el creciente auge de su movimiento preocupa cada vez más a las autoridades y a la ciudadanía. [Las siguientes imágenes y/o videos pueden tener contenido sensible se recomienda discreción]
“Saludos, mis pequeños amantes del extremismo”. Si escucha esta frase, prepárese para que el neonazi ruso y bien musculado que probablemente tendrá enfrente le dé una conferencia sobre algún aspecto esencial de la vida; como la doctrina de Adolf Hitler, cómo acostarse con una chica la primera noche, tener una dieta equilibrada, seguirle en sus viajes por el mundo o hacerse rico participando en uno de sus esquemas piramidales.
Si, por el contrario, la frase dirigida a usted es un “¿tú eres maricón o pedófilo?”, es probable que el rapado con corte mohicano esté descamisado, su banda le haya secuestrado y esté teniendo una simpática charla con usted en relación a acusaciones en su contra sobre pedofilia en grado de tentativa. La conversación, que tendrá lugar en la calle o en algún piso, incluirá su nombre, lugar de trabajo, tal vez llamadas a su familia o amigos y todo tipo de humillaciones, que irán desde usar un consolador a modo de micrófono, a hacerle desnudarse y usar juguetes eróticos o bailar para la cámara. Es posible que también se lleve algún tatuaje temporal de recuerdo. Los cardenales, puede darlos por descontados. El o los entrevistadores serán amables y jocosos a ratos. Otros, le darán algún sopapo para hacerle hablar. Durante el interrogatorio, le guiarán en el tipo de confesiones y humillaciones que esperan de usted.
Por cierto, varias cámaras han estado grabando el proceso de engaño para acudir a la cita (en la que, aseguran, usted hizo proposiciones indecentes a un menor en las redes sociales), secuestro callejero e interrogatorio con vertido de orina en su cabeza como acto final, una de las marcas de la casa. Dependiendo de la suerte que tenga, el encuentro puede durar una hora o le pueden soltar varias horas más tarde, cuando ya haya oscurecido y sus torturadores estén satisfechos con la grabación. Podrá ver los resultados en Internet unos días después, que incluirán las supuestas conversaciones que usted mantuvo con el menor. Reconocerá los vídeos por el saludo del grupo que los produce, con los pulgares hacia arriba, a modo de circo romano, pero con la falange de este dedo doblada, como si estuviera pidiendo fuego.
La mente detrás de todo esto es la de Maxim Martsinkevich, Tesak(machete), un neonazi ruso con la suficiente clarividencia para entender elpoder del vídeo y las redes sociales para propagar ideas y ganarse la vida con ello. Con 29 años, este moscovita dirige un imperio audiovisual callejero de producción propia y distribución por Internet que podemos cuantificar en los 190.000 seguidores 190.000 seguidores de uno de sus grupos en vKontakte (VK, la red social más popular en Rusia), los 120.000 que le siguen directamente a él, los 90.000 de este otro grupo, más de 12.500 vídeos relacionados en YouTube (y un número incontable entre los de VK), grupos establecidos en al menos 55 ciudades y seis países exsoviéticos, y el suficiente dinero para erigirlo y mantenerlo en los últimos dos años.
Okkupai Pedofiliai (Ocupa la Pedofilia) es el proyecto estrella de una constelación de actividades similares que Martsinkevich coordina o a quien rinden homenaje (Ocupa la gerontofilia, Ocupa la narcofilia, Ocupa los desahucios…). Comparten una característica esencial: alegando que la víctima ha cometido o pretendía cometer algún crimen, un grupo de individuos la intimidan o humillan ante la cámara. Un amplio grupo de socios, la mayoríaneonazis militantes, y voluntarios se encargan de generar material fresco cada semana y promoverlo por las redes sociales. Individuos vulnerables socialmente, como inmigrantes ilegales, gays (aunque la homosexualidad no esté prohibida, la actitud hacia ella se está volviendo negativa en Rusia) o camellos son sus víctimas favoritas. Eligen gente que no les creará problemas acudiendo a la Policía, con la que, por cierto, aseguran colaborar pasándole los datos de pedófilos en potencia.
Fama internacional
“Al principio [en 2011], el proyecto no era muy conocido; a excepción de por los jóvenes neonazis, entre los que era muy popular”, explica Alexander Verhovsky, director del Centro SOVA, especializado en el análisis delradicalismo político y los grupos extremistas. “Más adelante, Tesakcomenzó a aparecer en talkshows y a ser presentado como un luchador contra la pedofilia, sin hacer mención a sus ideas neonazis”, añade. La televisión rusa ha prestado atención al grupo en el último año, invitando a Tesak como comentarista a programas en la televisión pública y presentándolo también como activista social o videoblogger. Algunos periodistas han llegado a salir desafari con el grupo e informar desde la habitación de al lado mientras se estaban produciendo los interrogatorios. En los platós, Tesak se ha codeado con diputados federales, como, por ejemplo, Yelena Mizulina, presidenta del Comité de la Duma para Asuntos de Familia, Mujer e Infancia y promotora de los valores tradicionales y de la ley nacional que prohíbe la “propaganda de las relaciones sexuales no-tradicionales”.
El grupo obtuvo fama internacional el verano pasado, cuando su célula en la ciudad de los Urales de Kamensk-Uralsky, de fuerte tradición metalúrgica, publicó un vídeo brutal mostrando la humillación y tortura de un joven uzbeco al que de lo de siempre: ser gay y pedófilo. Activistas por los derechos humanos denunciaron que temían que el joven hubiera sido asesinado. A día de hoy, se encuentra en paradero desconocido. Los medios internacionales, y en especial la prensa gay, pusieron el grito en el cielo y se sucedieron manifestaciones de apoyo en otros países. La célula fue investigada, le fueron confiscadas abundantes armas blancas y sus miembros, a pesar de estar en libertad, se enfrentan hoy a un proceso judicial. Una de las fechorías que causó escándalo fue el interrogatorio a un estudiante de teatro que llevaron a cabo una noche en un cementerio. Sospechaban que el chico era homosexual. Decidieron tener una “conversación preventiva” con él y terminaron haciéndole correr cargando una cruz de madera mientras le perseguían con el coche. La Iglesia se unió esta vez a las protestas.
Unos meses antes, en la ciudad cercana de Nizhny Tagil, el paramédico convertido en profesor de 43 años Valentín Degteryov, que se define como heterosexual y opositor, no daba crédito a lo que su televisor mostraba sobre su propia región. “Vi en la emisión local del canal federal cómo Maxim Martsinkevich y su grupo torturaban y pegaban a un joven de 18 años. Me sentí indignado por la crueldad y por el hecho de que el periodista elogiaba al nazi Martsinkevich e invitaba a todo el mundo a apoyar su ejemplo en la lucha contra la homosexualidad”, explica Degteryov. Esto ocurría el 4 de abril de este año. Tres días después, el paramédico ponía una denuncia contra el grupo.
Ese mismo día, asegura, comenzaron las amenazas por parte del grupo local. “Los bandidos [el grupo de Kamensk] intentaron entrar en mi casa. Llamaban cada día con amenazas. Incluso llamaron a mi madre, inválida de 72 años, y le amenazaron con quemarla viva. También me intentaron apuñalar en la escalera de mi casa, pero logré resistirme”, relata Degteryov. Los cabecillas del grupo a los que acusa de todo esto no han respondido a las preguntas de El Confidencial sobre estos hechos. Sus páginas en VK muestran burlas y comentarios despectivos hacia Degteryov, incitando a sus seguidores a llamarle por teléfono o a crear y difundir montajes ofensivos con fotos suyas o de sus familiares.
Tanto Martsinkevich como otros líderes del grupo han ignorado varios intentos de este medio para ponerse en contacto con ellos. Una persona que se presentó como encargado de prensa de la organización aseguró que contestarían preguntas a cambio de “un donativo de 5.000 rublos [unos 115€] para nuestra organización”. Sólo añadió que su organización no combate a los homosexuales, sino a los pedófilos.
“Enfermo de fascismo”
Degteryov atribuye a las 150 denuncias que interpuso ante la Policía local y el Ministerio del Interior el hecho de que la Policía no sólo le ignorara, sino que terminara abriendo un proceso contra él. Asegura enfrentarse a una pena de 15 años si le encuentran culpable de haber “incitado al odio contra colectivos LGTB”. No ha sido posible contrastar esta información con el Ministerio del Interior, cuya política le impide hablar con periodistas no residentes en Rusia. Degteryov ha continuado su lucha contra el grupo, tratando de alertar sobre sus actividades constantemente. Explica que el pasado 4 de noviembre recibió una llamada airada de Martsinkevich, en la que le amenazó con ocuparse personalmente de que corra la misma suerte que el chico uzbeco del vídeo de este verano, haciendo entrever que el joven está muerto. Degteryov asegura que seguirá informando sobre el grupo y presionando a la Policía para que actúe. “Entienda que mi país está enfermo de fascismo”, se despide. El grupo de Kamensk-Uralsky parece haberse reorganizado, con los mismos dirigentes que antes, en un grupo cerrado de VK.
Algunas fuentes sospechan de la lentitud de la Policía a la hora de investigar los posibles crímenes de este colectivo neonazi. “Las autoridades reaccionan con mucha lentitud. Varios miembros del grupo han sido arrestados, pero sólo después de que robaran a la gente. Las autoridades no parecen darse cuenta del resto de sus crímenes: propaganda del nazismo, agresiones y linchamientos. Han ignorado varios testimonios de víctimas dirigidos personalmente contra Martsinkevich”, explica Vadym Barkhadanov, administrador del grupo de discusión antifascista Belaya Polosa (Brazalete blanco) en VK. El grupo ha creado una petición internacionalpor la prohibición de Ocupa la Pedofilia. No obstante, llama la atención que la organización neonazi siga gozando de buena salud, teniendo en cuenta que, entre sus víctimas, se ha llegado a contar un teniente coronel del Ministerio del Interior en Cheliábinsk.
El periodista Andrei Markov, él mismo víctima del grupo como protagonista forzado de su propio vídeo, decidió investigar al grupo que destrozó su vida e interpelar a la Policía de su ciudad, Dzerdzhinsk, a unos 400 kilómetros al Este de Moscú. Hasta el pasado 12 de julio, cuando bajo la falsa promesa de información acudió a una cita con ellos, no había oído hablar de Ocupa la Pedofilia, cuya célula local le obligó a mandarle un saludo a Martsinkevich al final del vídeo.
La denuncia que presentó el 3 de agosto, apoyada por imágenes de los atacantes tomadas por cámaras de seguridad, fue desestimada. La Policía le explicó que estaban al tanto del grupo y que seguían a sus miembros, algunos, viejos conocidos de varias agencias estatales de seguridad. Sin embargo, el Centro para el Combate del Extremismo (la sección de Interior encargada de este tipo de casos) alegó que la identidad de sus atacantes no había podido ser establecida. Más tarde, reunido con un miembro de la fiscalía regional, éste le explicó que “los detalles operativos sobre las investigaciones relativas al extremismo están clasificados”. Esto le lleva a Makov a concluir que la Policía está tomándose su tiempo para reunir un expediente, pero, dado que el secreto cubre la identidad de los agresores, las víctimas no pueden denunciar. A esto, añade que “la situación de las víctimas es similar a las de la violencia sexual: lo único que quieren es que el horror desaparezca de sus vidas y rara vez contactan con la Policía”.
Confesión forzada
El periodista sabe de lo que habla. “Fui atacado por cinco neonazis que, después de torturarme, me obligaron a decir ante la cámara que era gay y pedófilo. Después, el vídeo criminal en que me autoinculpaba, se hizo popular en las redes sociales”, relata Makov. “Los últimos dos o tres años de mi vida habían sido felices. Trabajaba como periodista y director de una de las principales agencias noticias de la región y todo me iba bien, tanto en el trabajo como en casa. Pero, en un momento, lo perdí todo”, recuerda.
“Resulta que el director general de la agencia para la que trabajaba apoyaba moralmente la actividad de los neonazis (…). Se puso histérico, no me creyó y me puso de patitas en la calle. Mis compañeros y supervisor inmediato me apoyaban, pero no podían arriesgarse a perder su empleo”, explica. “Los neonazis me llamaban constantemente al trabajo, intimidaban a mis compañeros y recibí cientos de insultos por Internet”, añade Makov. “Resulta que, en la Rusia de hoy, si alguien es agredido, torturado y forzado a confesar crímenes ficticios, nadie te protege. En el peor de los casos, la historia será usada contra ti. En el mejor, trata de callar y no denuncies”, recapitula el periodista.
A mediados de septiembre, tras varias reuniones con otras víctimas del grupo y más miembros de la Policía y la Fiscalía regional, el caso de Makov fue cerrado y la Fiscalía solicitó la supervisión directa de los resultados de la investigación. El grupo local de Ocupa la Pedofilia fue disuelto y su líder está en búsqueda y captura. “Sé que en los pueblos pequeños de la región, el grupo seguirá apareciendo. Muchos de mis amigos gay esconden su orientación con cuidado por miedo a que, simplemente, los maten”, añade Makov, que planea continuar alertando a la sociedad sobre la actividad del grupo.
Hay más razones para estar inquieto si Martsinkevich y sus seguidores se interesan por uno. Este arquitecto técnico de formación creó en 2005 el grupo neonazi Format 18, responsable de una ola de vídeos mostrando palizas a inmigrantes en Moscú y otras ciudades entre los años 2006 y 2008. Los vídeos se hicieron muy populares en círculos neonazis y se vendían también al extranjero. Martsinkevich se definía por entonces como creativo y se tomaba en serio su tarea propagandística. Uno de los vídeos que más impactó al país fue la ejecución y desmembramiento ante la cámara por un grupo vestido como el Ku Klux Klan de un tayiko al que acusaban de traficar con drogas. Tras su arresto en 2007, Martsinkevich confesó que había sido un montaje. Ese mismo año, un grupo neonazi no identificado lanzó un vídeo mostrando la ejecución de dos inmigrantes de Asia Central. Uno fue degollado y el otro recibió un tiro en la nuca y cayó en la misma fosa que le habían obligado a cavar. Entre las reclamaciones que los autores del vídeo presentaron se encontraba la liberación de Martsinkevich.
Condenado en 2007 a tres años de prisión por irrumpir en un debate político con un grupo de neonazis y gritar consignas, salió de la cárcel en diciembre de 2010. Al frente de una nueva organización llamada Restrukt, ha puesto una vez más en marcha su intuición sobre el funcionamiento de las redes. Prueba de ello, es la difusión gratuita (a cambio de donativos) de su libro del mismo nombre, en el que cuenta su historia y plantea una visión política que describe como nacional-socialista. Ha retomado la producción audiovisual con incontables series de vídeos por Internet y explota el carisma que tiene entre los jóvenes de zonas deprimidas.
La cara amable
Hoy, además, lanzan su propio esquema Ponzi, llamado Tesak Money. Lo han estado promocionando en las últimas semanas bajo el lema: “¡No creas!, ¡no temas!, ¡no trabajes!”. Varias fuentes sospechan que reciben algún tipo de apoyo o financiación del Estado, pero ninguna tiene pruebas concretas. Alexander Verhovsky recuerda que este tipo de acusación es frecuente a cualquier líder nacionalista.
Las actividades del grupo pueden variar mucho de una ciudad a otra. En algunas ciudades, los voluntarios están convencidos de estar realizando una función social y se limitan a tener una conversación en cámara con sus entrevistados. Iliá Lensky, un estudiante de Economía de 19 años en Kazan, es tal vez una de las caras más amables del grupo. Los vídeos de este joven de estética neonazi y su compañero son suaves en comparación con los de los grupos de otras ciudades y no muestran humillación extrema, si bien se aprecia intimidación. “Entrevistamos al cliente y se lo pasamos a la Policía sin ningún tipo de violencia física”, explica a El Confidencial. Recuerda que sintió curiosidad al ver uno de los vídeos de Martsinkevich y decidió probar a ver si había algún pedófilo en su ciudad. “Y, efectivamente, había muchísimos”, añade.
Cooperamos con la Policía, aprueban nuestros vídeos y, cuando les traemos a un nuevo pedófilo, nos preguntan que cuándo saldrá el próximo”, explica. Lensky da regularmente entrevistas a los medios locales, llegando a fotografiarse con los periodistas levantando el pulgar con la falange doblada en señal de apoyo. Prueba de este apoyo puede ser el hecho de que ya no lleven máscaras en los vídeos que producen.
A pesar de todo, el grupo no es muy conocido en la sociedad rusa. Dos analistas políticos habituales declinaron comentar sobre sus actividades, alegando no estar muy al corriente de ellas. Existen en el país otras iniciativas que se dedican a vigilar el cumplimiento de la ley por parte de otros ciudadanos y avergonzarles en Internet, como StopJam, centrada en perseguir a los infractores de tráfico o Duri.net, antecesora en la caza de potenciales pedófilos o camellos.
Una de las acusaciones lanzadas contra las víctimas en los vídeos es la de estar rompiendo la reciente ley contra la “propaganda homosexual”, impulsada por el diputado regional del partido Rusia Unida Vitaly Milonov en la Asamblea Legislativa de San Petersburgo y adaptada al resto del país en junio de este año como la “prohibición de la propaganda de las relaciones sexuales no-tradicionales”.
Mala fama del grupo
“Desgraciadamente, las actividades de este grupo se fundan en un vacío de nuestra legislación, que nos impide probar que alguien con intenciones pedofílicas pretendía consumarlas si no existe un menor real al que se ha dirigido [en lugar de a un perfil falso en Internet]”, explica Milonov a El Confidencial. El diputado arguye que las actividades de Ocupa la Pedofilia son ilegales porque emplean a menores de edad como cebo, a los que puede verse en varios vídeos presenciando los interrogatorios después de haber puesto su voz infantil al servicio del grupo para atraer a la víctima. Milonov explica que está planeando subsanar el vacío legal con una reforma que considere un crimen la “propaganda pedofílica”, definida como la comunicación a cualquiera, en cualquier ámbito del deseo de tener relaciones con un menor.
“Gente como Tesak son muy mal ejemplo en la sociedad porque dan mala fama a grupos legítimos de la sociedad civil”, relata. “Yo, por ejemplo, soy activista en una organización de padres [Control Parental], que busca pedófilos por Internet. Pero lo hacemos con control policial”, añade el diputado. Explica que su organización graba vídeos para probar los hechos a la Policía, adonde, explica Milonov, escoltan al individuo sin ningún tipo de violencia. En sus vídeos no se aprecia violencia o intimidación. En relación a lahomosexualidad, Milonov se refiere a la Biblia y la define como una elección que la sociedad no debe nunca estimular ni, sobre todo, considerar normal.
A pesar de su reciente auge, Ocupar la Pedofilia está comenzando a encontrar oposición. El grupo es visto con desprecio por otros líderes de ultraderecha, según Verhovsky. También están surgiendo individuos que, a veces en colaboración con organizaciones LGTB, grupos antifascistas o simplemente por su cuenta, se están organizando para combatir su influencia. Por ejemplo, el videoblogger de la ciudad siberiana de Tomsk, Vadym Tyumentsev, que logró detener la creación de un grupo en su ciudad hace año y medio. Eso le valió que Tesak ofreciera una recompensa a quien fuera capaz de grabar un vídeo con él como protagonista. “Aunque no soy ningún santo, llevo un estilo de vida modesto y no pudieron cazarme. Simplemente les ignoré”, explica.
Tymentsev entrevistó este viernes a una víctima del grupo que había sido agredida el pasado 1 de noviembre. Sus agresores le hicieron hablar mal del activista en la cámara. Al llegar a casa, la víctima lo buscó por Internet y acudió a él. Es una de las primeras personas que se atreve a contar lo que le ha ocurrido. Como colaborador de varios grupos en contra de la organización,Tymentsev tiene claro el análisis: “Dentro de un año, Ocupa la Pedofiliahabrá desaparecido. Ya están teniendo que inventarse historias más sofisticadas, como la del iraquí pedófilo o el chico negro [dos vídeos recientes del grupo]. Lo peor que le puede pasar a Ocupa la Pedofilia es que dejen de prestarle atención. Y ese momento no está lejano”, concluye el activista siberiano.
Tomado de El Confidencial