La Navidad es la excusa perfecta para disponer la mesa con un excelente menaje. Es hora de deleitarse con el arte del buen comer, rodeados de la mejor atmósfera.
La tendencia es diversa. Puede recuperar esa vajilla que guarda con esmero de sus antepasados o decantarse por diseños más actuales, pero no por ello menos sugerentes. Lo único cierto es que la mesa resurge plena de esplendor dispuesta a ser protagonista de los mejores encuentros.
Vajillas, cristalería y cubertería son los elementos estrella, colocarlos con detalle es fundamental para crear un buen ambiente.
Vestir la mesa con diseños de Vista Alegre, WMF o Sèvres o marcas tan destacadas del hogar como Rosenthal, Villeroy&Boch, Hermes, Lalique, Moser o Christofle no siempre está al alcance de todos los bolsillos, pero no por ello hay que descuidar el arte de la buena mesa.
Pablo Rumoroso, especialista en el arte de vestir la mesa y propietario de la empresa Rumoroso, confirma que estas son fechas en las que hay que “destapar” lo mejor de cada casa no solo para recibir a los invitados sino para deleitar a uno mismo.
Ha constatado que en la mayoría de los hogares se habían olvidado del gusto de presentar una buena mesa, “pero vuelve a ser una preocupación contar con menaje destacado” en casa. “Se valora tener una vajilla o cubertería” de calidad.
“En España se sale mucho y no le damos importancia a la mesa y a la buena vajilla. Ahora con la crisis se recibe más en casa y quizá por ello se presta más atención a lo que se pone sobre la mesa”, comenta Rumoroso.
Blanco, siga la tendencia
“La tendencia en los últimos años es el blanco. Vajillas sencillas, de todo tiempo, adornadas con un filo de oro mate o plata, elegante” que les otorga mayor empaque, pero que son las más indicadas para cualquier ocasión especial. Y confirma que si hay algo que regresa con fuerza es el filo de plata o de oro en algunas vajillas.
Los principales fabricantes de este tipo de menaje y los que más gusto tienen para el diseño son los franceses “los más exquisitos”, afirma Rumoroso. Mientras que los alemanes son “más prácticos, sus líneas son más rectas, más sobrias”, aunque reconoce que en estos momentos son estos dos países los “punteros” en este sector.
Desvela que, en época navideña, en todas las casas “se viste más la mesa” y en cada hogar se “sale de lo cotidiano”. Recomienda que con pequeños detalles se puede decorar una mesa de manera “muy económica”. Gracias a unos “bajo platos” logramos una mesa diferente a la habitual, “unas bonitas copas”, un complemento que no utilizamos a diario, se encargan del resto.
Una para cada estación
Pablo Rumoroso señala que algunas grandes firmas presentan en estas fechas una vajilla de Navidad. Versace es una de ellas, además de la alemana Rosenthal. “Son vajillas estacionales, pero ahora se están demandando bastante”.
El gusto por el eclecticismo en el mobiliario también se traslada a la mesa y el especialista confirma que “desde hace unos años la gente mezcla cada vez más” sobre el mantel. “Se reciclan vajillas que por su uso no disponen ya de todos sus elementos y creo que es una buena opción para no gastar mucho dinero” reponiendo todo aquello que se rompe o se estropea por el paso del tiempo.
Hay que evitar que el miedo a que los niños deterioren parte del menaje en estas fechas los aísle de la mesa principal. “Hay vajillas infantiles de uso diario, pero no para estos acontecimientos. Hay que incluirles en la mesa a pesar del riesgo que se corre de que puedan romper” parte de la historia familiar, sentencia.
Cuenta que en las cristalerías “vuelve el color” y se aleja la tradición, pese a que continúa presente en el diseño. Destaca que “se vuelven a colocar vasos de agua junto a las copas de vino” e incluso se elaboran cristalerías “con copa de borgoña. Un plus sobre lo estándar”.
EFE REPORTAJES.