Los voceros de la semana por la indignación, entre quienes se encuentra Marcha Patriótica, reclamaron la presencia directa de los sectores sociales y populares en el proceso de paz entre el gobierno y las Farc. Además, señalaron que el paro programado para el 12 de octubre movilizará gente en 25 de los 32 departamentos.
La iniciativa de diálogo para superar el conflicto armado en Colombia ha generado expectativa en el país. La mayoría de los colombianos ha respaldado la idea del gobierno y las Farc de sentarse a intentar poner fin a décadas de conflicto interno en el país.
Sin embargo, la acogida de la sociedad al proceso ha estado acompañada de varias críticas y solicitudes de participación por parte de varios sectores de la sociedad civil. Las mujeres, las víctimas y las bases sociales han presentado reparos tanto a la agenda pactada por los actores como a la conformación de las mesas de negociadores.
Un amplio sector de la sociedad civil, compuesto por varias organizaciones sociales y representado por el movimiento político Marcha Patriótica, ha decidido materializar este inconformismo en la Semana por la indignación, una apuesta que pretende crear “una agenda social para la paz”.
“El momento del país es histórico, es el momento de que los sectores sociales se unan en un movimiento fuerte y que confluyan tanto en la acción como en la movilización pacífica”, señaló Omar Fernández, representante de la coalición de movimientos sociales y políticos de Colombia.
Una semana de indignación, de acciones humanitarias y de reclamo por los derechos de los pueblos. Esta iniciativa comenzó el pasado cuatro de octubre y tendrá su actividad más importante el próximo viernes, con un paro nacional “por la soberanía del territorio y la paz con justicia social”, según señaló David Flores, dirigente de Marcha Patriótica.
El movimiento espera que ese día se movilicen personas en 25 de los 32 departamentos del país, y que la Semana por la indignación convoque a 300 mil personas en Colombia. La movilización no estará concentrada en Bogotá y será de índole más local y regional.
Las inquietudes del movimiento son varias. Creen que la agenda propuesta por el gobierno y la guerrilla de las Farc “pretende afirmar un modelo de desarrollo que atenta contra la vida. Y la agenda tiene complementos legislativos que facilitan la extracción de recursos naturales sin tener en cuenta a las comunidades”, según dijo Alberto Carrasquilla, dirigente agrario de la zona del Catatumbo.
Los representantes de la Semana de la indignación creen que la sociedad civil debe estar en la mesa, no necesariamente como negociadora pero sí como parte de la transformación del país. “Tenemos iniciativas como las constituyentes por la paz y los consejos populares, de donde surgen ideas que pueden alimentar el proceso de diálogo”, insistió Fernández.
Según el vocero de Marcha Patriótica, “dentro de la mesa de diálogo se debe discutir el modelo económico actual, así como las formas para garantizar el acceso a la salud y a la educación a la población”.
Frente a los rumores que vinculan a la Marcha Patriótica con la guerrilla de las Farc, el vocero afirmó que “no somos el trasfondo político de ninguna guerrilla” y que, según este gobierno, “todos los que se movilizan tienen que ver con las Farc”.
Los voceros de la actividad afirmaron que también harán un acto simbólico el 17 de octubre, día en que se instala la mesa de diálogo en Oslo y se da el punto de partida de las conversaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla.