La antigua guerrilla de las FARC inscribió recientemente su nuevo partido político al cual desafortunada o afortunadamente denominaron Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común o, por sus siglas, FARC. Teniendo la oportunidad de crear un partido que los represente políticamente y que los aleje de todas las acciones armadas que tanto daño le hicieron a nuestro país, ellos decidieron seguir llamándose FARC.
Aunque para ellos el nombre representa lo que son políticamente para el resto de los colombianos es un recordatorio constante de su actuación armada en la ilegalidad y francamente los aleja mucho más de lo que quisieran de tener una opción en las próximas elecciones.
Sumado a esto, la semana pasada comunicaron a la opinión pública que lanzarían como candidato presidencial a Rodrigo Londoño, más conocido como Timochenko y este, mediante un tweet que tiene fijado en su perfil de Twitter, y a través de un video con el hashtag #CandidatoDelComún solicitó a los colombianos sus opiniones con respecto a su candidatura.
Realmente todo el tema me parece hilarante. No sé qué me causa más gracia, que se sigan llamando FARC, que el perfil de Londoño en twitter sea @TimoFARC y se siga presentando como “Timo”, que en el video le diga “camarada” a Carlos Antonio Losada, que haya cambiado la bio de su perfil y se reconozca en este como candidato presidencial de su partido aunque dice querer escuchar la opinión de la “gente del común”, que también diga que es un “convencido de que es posible una Colombia digna”, que se autodenomine #CandidatoDelComún, que crea que es posible ser Presidente de Colombia sin antes haber pasado por la JEP o que los que no quieren que las FARC puedan hacer política son los mismos que vienen saboteando sistemáticamente los debates de la JEP e impidiendo su reglamentación (este último punto no me parece tan hilarante, me parece bajo, ruin y típico del Centro Democrático y Cambio Radical).
Este escenario donde las FARC tienen personería jurídica y un partido político reconocido por el Consejo Nacional Electoral que les permite pretender aspirar al Congreso y a la Presidencia en las elecciones de 2018 realmente es un escenario ideal. Me encanta la idea de tener a los miembros de las FARC haciendo política y no guerra pero seamos realistas; Londoño (me refiero a Rodrigo, no Fernando) no tiene la más remota posibilidad de ser Presidente de Colombia en 2018 y muy seguramente no tendrá la posibilidad de serlo nunca. Ya sea porque Cambio Radical y el Centro Democrático permita que se reglamente la JEP en el Senado y “Timo”, junto con el listado de los que encabezan la lista al Congreso (Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Jesús Santrich, Victoria Sandino y Carlos Antonio Losada) sea condenado a pagar por sus crímenes, o porque cada vez que los colombianos vemos el logo del partido político de las FARC no podemos dejar de pensar en las FARC como grupo armado ilegal (esto último se les debe a ellos que tuvieron la oportunidad de nombrar su partido de cualquier forma posible y decidieron mantener las siglas que todo colombiano asocia con muerte).
Muchos colombianos han apoyado el proceso de paz y realmente es desconcertante ver a muchos angustiados por la posibilidad de ver a “Timochenko” Presidente. Si realmente existiera la posibilidad de que “Timo” fuera candidato presidencial pues es muy simple lo que hay que hacer, ¿No le gusta “Timochenko”?, ¿No le gustan las FARC?; fácil, ¡no vote por ellos!
Por otra parte, ¿Quiere justicia?, ¿Quiere verdad?, ¿Quiere reparación? Acuérdese de eso el próximo año cuando esté frente al tarjetón y tenga al frente a las bellezas del Centro Democrático y Cambio Radical que han torpedeado la reglamentación de la JEP y por favor, ¡tampoco vote por ellos!
Twitter: @Diana_Noguera