Las declaraciones sobre justicia transicional de Humberto de la Calle e Iván Márquez, jefes de los equipos negociadores de paz del Gobierno y las Farc -respectivamente-, son un ‘abrebocas’ de lo que serán las próximas rondas de diálogos.
Durante los días 15 a 18 de enero, siguiendo las instrucciones del Presidente Santos, representantes de las delegaciones del Gobiernos y las Farc, estuvieron reunidos para examinar el panorama general de los pasos a seguir y compartir visiones sobre los puntos restantes de la Agenda. “Fueron reuniones de planificación, no de negociación”, aclara De La Calle, quien también afirma que “ambas delegaciones mantienen una decidida determinación hacia el fin del conflicto”.
Sin embargo, ya que los temas pendientes tienen una enorme complejidad, es necesario precisar algunos ítems. Por ejemplo, en la justicia transicional, como era de esperar, todavía enfrentan distancias considerables.
“A nuestro juicio, como lo ha dicho el Presidente Santos, Colombia debe ajustarse a estándares mundiales y nacionales, en particular, en lo relacionado con los llamados crímenes internacionales. Creemos, sin embargo, que hay espacios en el terreno de la alternatividad penal que permiten satisfacer en la mayor medida posible los derechos de las víctimas e impedir la impunidad. Y hablo expresamente de combatir la impunidad de todos los responsables” dice al respecto el jefe del equipo negociador del Gobierno.
Posición que comparte Iván Márquez, quien afirmó a través de su cuenta de Twitter @IvanMarquezFARC que “Gobierno y Farc están muy distantes de una visión común en torno a justicia”.
De igual modo, como se ha dicho, el desescalonamiento y el cese del fuego bilateral y definitivo, exigen un trabajo cuidadoso, complejo, progresivo, que abra un clima de comprensión en la ciudadanía, y que a la vez permita brindar protección y seguridad a los colombianos
Finalmente De La Calle recuerda que “Todo esto exige de parte de las Farc nuevos hechos enfilados al auténtico fin del conflicto. A su vez, la sociedad colombiana debe abrir su espíritu en el marco de una reconciliación que abra el horizonte de la paz que todos deseamos. Todos ponen, todos ponen, ese debe ser el lema. Todos debemos sacrificar algo. Nada de esto es fácil. Se requiere voluntad y altruismo. La paz no será un regalo fortuito. Preparemos el ánimo para discusiones difíciles. Para que cada colombiano entienda que debe aportar su cuota de sacrificio en el camino de enterrar por siempre el largo recorrido de aflicción que por más de cincuenta años ha ensombrecido la vida de todos”.