La propuesta para acabar el narcotráfico

Dentro de la propuesta que fue presentada la gobierno nacional por parte de algunos narcotraficantes se plantearon varias fases y etapas. Confidencial Colombia tuvo acceso exclusivo a los documentos que contienen la propuesta de desmantelamiento de algunas estructuras criminales y el inicio de un largo camino hacia la superación de la violencia y el narcotráfico.

Francisco Galán el exguerrillero del ELN que se dedicó a servir de mediador para buscar la paz de Colombia rompió su silencio sobre la propuesta de los narcotraficantes alias “Comba”, alias “Cuchillo”, alias “El Loco Barrera”, alias “Valenciano” y los “Rastrojos” para entregarse ante las autoridades colombianas.

Galán menciona que su labor consistió en aportar algunos puntos y observaciones a la propuesta presentada al presidente Juan Manuel Santos y al Fiscal General de la Nación. Por cuenta de dicha propuesta y de un posible pago de 12 millones de dólares por parte de los narcos, el exasesor de la campaña reeleccionista JJ Rendón renunció ayer a su cargo en dicha campaña.

La propuesta, estructurada en octubre de 2010, considera al narcotráfico como un problema transversal a todos los problemas estructurales de la sociedad colombiana y como una de las causas profundas de la violencia en el país. Es así como se asume que el fin del tráfico de drogas en Colombia es un imperativo para lograr la paz. Llama la atención que en esta concepción plasmada en el documento obtenido por Confidencial Colombia se considera a esa etapa posterior al desmantelamiento de los carteles y de las estructuras narcotraficantes como Posconflicto.

Después de una etapa de diagnóstico, la propuesta identifica tres fases.

Fase 1: A. Exploración Directa

B. Voluntad de Capitulación

Fase 2: D. Presentación y valoración de la oferta

Fase 3: E. Conversaciones para la capitulación

F. Censo de personas, ubicación de territorios e inventario de preliminar de recursos

Hasta donde se sabe se logró completar la Fase 1, ya que los documentos entregados al Gobierno Nacional y a la Fiscalía General de la Nación dan cuenta de esos puntos.

La exploración directa da cuenta de la construcción de una preagenda en la que se recaba el sentir o deseo de particulares para capitular o renunciar a su accionar ilícito. Una declaración de intenciones por parte de los mencionados al inicio del presente artículo.

La voluntad de capitulación se dio después de que se estructuraron los planteamientos recolectados en la exploración directa y se formalizó el deseo de entregar esa propuesta de capitulación al Estado colombiano.

Esos dos componentes de la Fase 1 fueron completados y la propuesta de capitulación entregada, como lo señalan Galán y JJ Rendón.

Sin embargo, la continuación con las demás fases que incluyen una mesa de trabajo en un país limítrofe y visados y salvoconductos para los representantes de los grupos narcotraficantes, no se conoce hasta le momento por lo que se puede asumir que no obtuvo el visto bueno del Gobierno colombiano.

De haberse llegado a un acuerdo la capitulación habría desembocado en la entrega, por parte de las organizaciones delictivas, de la ubicación georeferenciada de los laboratorios de procesamiento de droga. Además, de la entrega de armas, vehículos e información sobre cuentas bancarias nacionales y extranjera y sobre inversiones bursátiles que sirven para lavar el dinero ganado con el tráfico de estupefacientes.

También, existía la solicitud de hacer un censo de las personas involucradas en el negocio del tráfico de drogas para que fueran reubicadas en zonas especiales determinadas por el gobierno y que les fuera garantizada su seguridad.

Así las cosas, esta propuesta que tiene enredados a dos personas que fueron cercanas al presidente de la República, contemplaba un sometimiento a la justicia nacional a cambio del desmantelamiento de las estructuras narcotraficantes en el país con una metodología muy similar a un proceso de paz con un grupo armado al margen de la ley. Lo que cabría preguntarse es que de haber llegado a término esta negociación, habrían cumplido los criminales con sus compromisos o estaríamos asistiendo a un proceso de sometimiento a la justicia similar al de los paramilitares en la pasada década; proceso del cual aún no recibe el país la verdad y reparación a la que se comprometieron los jefes de esas organizaciones al margen de la ley.