Tras la reunión entre el gobierno y los líderes campesinos, en la que se proponía levantar el bloqueo de la vía Cúcuta-Tibú, con el fin de reanudar la mesa de diálogo inmediatamente, esta ha concluido sin llegar a un acuerdo.
En la reunión que se llevó a puerta cerrada, lo líderes campesinos llevaban un contrapropuesta a lo que el Gobierno había planteado. La idea de los manifestantes era abrir temporalmente la vía a partir de este martes entre las 7 a.m. y las 2 p.m., día por medio, para permitir un acceso contralado a la zona.
Sin embargo, tras varias horas de reunión no se llegó a ningún acuerdo.
Por su parte, la Asociación Campesina del Catatumbo – Ascamcat, manifestó lo siguiente:
1. La consulta se realizó con todas las bases campesinas que protestan sobre la vía Tibú – Cúcuta.
2. La propuesta del presidente Santos fue rechazada con unanimidad en todos los puntos de concentración campesina.
3. Ascamcat se reitera en su propuesta de distensionar los bloqueos con caravanas alimentarias, humanitarias y comerciales, a partir del día martes, con la condición de que el gobierno se comprometa a llegar inicialmente a dos acuerdos, sobre una ruta de declaratoria de la Zona de Reserva Campesina del Catatumbo y sobre el subsidio para las víctimas de la erradicación violenta de los cultivos de coca, el día martes en el marco de la Mesa de Interlocución y Acuerdo.
4. El campesinado se mantendrá en la mesa a la espera de un gobierno con respuestas. Las protestas se mantendrán hasta que el gobierno llegue a acuerdos reales y efectivos que solucinen la emergencia social y económica del Catatumbo.
5. En caso de que el gobierno opte nuevamente por la salida violenta y la represión, reiteramos que la vida e integridad de los campesinos es responsabilidad del presidente Santos y de su gobierno. El presidente debe prohibir de manera expresa a la fuerza pública disparar armas de fuego contra la población civil que protesta, como ya ocurrió con el asesinato de 4 campesinos a manos de el ejército y la policía en Ocaña.
6. Ascamcat resalta la grandeza del pueblo del Catatumbo en su lucha por el derecho a la tierra y por sus derechos históricamente negados por los gobiernos de Colombia.