La selva de la Antártida

Científicos revelaron que hace 52 millones de años la Antártida era un una selva tropical. Según los expertos, las cálidas corrientes marinas y el exceso de gas carbónico habrían hecho crecer los árboles en este lugar.

Según un estudio publicado por la revista Nature, buena parte de las costas del continente antártico estuvieron pobladas por frondosos árboles hace 52 millones de años, en este sector del continente habitaba una selva tropical que hoy es solo hielo.

Al parecer, las cálidas corrientes marinas y el exceso de gas carbónico propiciaron el crecimiento de estos árboles. Los autores del estudio, científicos de la Universidad de Fráncfort y del Centro de Investigación de la Biodiversidad y del Clima, informaron que habían encontrado esporas y polen propios de las selvas tropicales al analizar el suelo marino de la Antártida a mil metros de profundidad.

Según el informe, el ecosistema que allí se desarrolló tendría el mismo aspecto que el que hoy se conoce de las selvas tropicales.

“En esa época la temperatura era entre 50ºC y 60ºC más cálida que ahora”, explicó el experto en climatología paleolítica de la Universidad de Fráncfort Jörg Pross.

Este descubrimiento científico da pie para pensar cuál serpa el futuro de los ecosistemas que se enfrentan a la contaminación por CO2. Y es que últimamente la ciencia no deja de sorprender, el pasado 10 de julio, otro grupo de investigadores alemanes anunció que había descubierto gigantescas reservas de agua dulce bajo las áridas tierras del norte de Namibia.

“Si se continúa con la emisión de CO2 actual, con la quema sin trabas de combustibles fósiles, la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzará el nivel de entonces en menos de cien años”, dijo Pross, refiriéndose precisamente a lo que nos espera, si el cambio climático sigue afectando estas zonas en donde se han hecho los recientes hallazgos.

“Uno no puede decir que las condiciones climáticas que reinaban en aquella era volverán a presentarse en los próximos siglos debido al calentamiento global que experimentamos hoy. Desde luego, mientras más datos tengamos sobre el pasado del planeta, mejor podremos conocer el mundo en el que vivimos”, menciona Welle Latif, especialista en meteorología n el Instituto Leibniz para las Ciencias Marítimas de la Universidad de Kiel.

Con este hecho, también se abrió el análisis de la posibilidad de un estudio pues según los científicos, el futuro efecto invernadero provocaría “a largo plazo y de manera inevitable” el deshielo y el aumento del nivel del mar entre 70 y 80 metros, lo que situaría por ejemplo una gran parte de Alemania por debajo del nivel del mar”.