Un reciente estudio realizado en San Francisco, reveló que la falta de sueño reduce la eficacia de las vacunas. Investigaciones de la Universidad de California ya pueden demostrar su teoría.
Un reciente estudio realizado en San Francisco, reveló que la falta de sueño reduce la eficacia de las vacunas. Investigaciones de la Universidad de California ya pueden demostrar su teoría.
Investigadores de la Universidad de California en Estados Unidos, realizaron una reciente investigación en la que demuestran que no dormir bien y tener hábitos adecuados al dormir, puede disminuir la eficacia de las vacunas.
Según los científicos, la duración del sueño está directamente vinculada a la respuesta de la vacuna inmune. Así lo aseguran en las páginas de la revista ‘Sleep’ en su última edición.
“La privación crónica del sueño se ha convertido en una forma de vida para muchos estadounidenses”, explica el experto principal y estudiante de doctorado en la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), Aric Prather. Debido a esta situación, es necesario “crear conciencia en la comunidad de salud pública”, añade.
Para su análisis, Prather evaluó a 125 pacientes tratados contra la hepatitis B, de los cuales 70 fueron mujeres y 55 hombres. El científico los niveles de anticuerpos antes y después de las inyecciones de antibióticos.
Así, se ha conseguido demostrar que las personas que durmieron menos de seis horas por noche “fueron mucho menos propensos a desarrollar respuestas de anticuerpos a la vacuna y, por lo tanto, fueron más propensos a no ser protegidos por la misma que las personas que dormían más de siete horas en promedio”, asegura el experto.
Prather concluye que dormir menos de seis horas “confiere un riesgo significativo”, ya que el sueño “juega un papel importante en la regulación del sistema inmune”. Por eso, el experto aconseja dormir “entre siete y nueve horas por noche”.
Al parecer los análisis del sueño tienen mucha relevancia en el ámbito de estudios, un último estudio realizado por científicos del Hospital Brigham y de Mujeres (BWH) de Boston revela que la falta de sueño nos vuelve más lentos, incluso si no nos sentimos físicamente cansados.
Según la neurocientífica Jeanne F. Duffy y sus colegas en el último número de la revista The Journal of Vision, dormir solamente entre cinco y seis horas cada noche puede afectar negativamente al desempeño tareas visuales complejas.
Por otro lado, cuando dormimos poco, a medida que transcurren las horas de vigilia nos cuesta más identificar qué parte de la información que percibimos es relevante. Y a esto se suma que durante la noche el “exceso de lentitud” se agrava, según concluyen los científicos.