¿Lavará los pies en Semana Santa un Papa americano?

El hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, los brasileños Claudio Hummes y Joao Braz de Aviz, el mexicano Norberto Rivera Carrera, el argentino Mario Bergoglio, el estadounidense Timothy Dolan o Marc Ouellet, de Canadá. Son muchos los candidatos americanos que aparecen en las apuestas para acceder al trono de San Pedro.

Actitud de servicio. El mejor ejemplo lo brindó Jesucristo el día de la Última Cena, al lavar los pies de sus apóstoles. Una acción que vino a demostrar que la función del buen cristiano es ayudar al prójimo con humildad, desinterés y amor.

Algo muy útil porque en la época de Cristo no existían los caminos pavimentados y la gente calzaba sandalias que se llenaban de tierra. Los esclavos tenían que lavar los pies de los visitantes. Jesús, tomando el lugar del siervo, dijo: “No he venido a ser servido, si no a servir”.

Y con ese espíritu de servicio llegarán los candidatos para suceder al papa Benedicto XVI, uno de los cuales será elegido en el próximo cónclave que tendrá lugar en el Vaticano.

Un total de 117 cardenales menores de 80 años están llamados a elegir al sucesor de Benedicto XVI en el próximo cónclave, aunque dos ya han anunciado que no asistirán, uno por motivos de salud y otro acusado de “comportamiento inapropiado” hacia otros sacerdotes

Diecinueve cardenales latinoamericanos están facultados, por tener menos de 80 años, para elegir al sucesor del papa Benedicto XVI. De ellos cinco son brasileños, tres mexicanos, dos argentinos, uno chileno, uno peruano, uno boliviano, uno cubano, uno dominicano, uno hondureño, uno venezolano, uno ecuatoriano y uno colombiano.

“UNA IGLESIA MÁS DIALOGANTE”.

El arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega (1949), a quien le fue concedida la dignidad cardenalicia el 24 de noviembre de 2007 de manos de Benedicto XVI, cree que el próximo papa, independientemente de su nacionalidad, debería dirigir una Iglesia católica más “abierta y dialogante con el mundo, pero inflexible ante los temas polémicos como el aborto o el matrimonio entre homosexuales”.

En Latinoamérica, la opción de que sea elegido el vicario de Cristo de este continente se contempla por la simple razón de que concentra en él el mayor número de católicos. Solo en México se aglutinan en torno a 100 millones de fieles a esta doctrina.

En este sentido, el arzobispo de la segunda diócesis más grande de México con cerca de seis millones de fieles, Robles Ortega, descarta que alguno de los tres cardenales mexicanos sea candidato a ocupar el lugar de Benedicto XVI.

Los otros dos arzobispos mexicanos que participarán en el cónclave son Norberto Rivera, primado de la Ciudad de México y Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo emérito de Guadalajara desde febrero de 2012 y que todavía alcanzaría a participar, aunque esté a punto de cumplir 80 años, salvo que la elección de papa inicie a partir de que él llegue a esa edad (el 28 de marzo), y ya no podría ser elector en la sede pontificia.

Y es que de los 117 cardenales con derecho a voto en el cónclave, 18 son de América Latina. Con ocasión del cónclave de 2005 para suceder a Juan Pablo II, de los 117 cardenales presentes, 21 eran de ese continente. Según el Cardenal de Guadalajara, todos ellos son “susceptibles de ser votados y tienen la obligación de votar, sin importar su nacionalidad”, subraya.

“Yo no veo un papa mexicano, sino la posibilidad de todas las nacionalidades representadas en el colegio cardenalicio. Elegimos libremente, nadie nos da línea”, añade el religioso.

Admite que “la Iglesia es conservadora si al decir que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Está conservando así el futuro de la humanidad, de lo contrario no habrá hijos”.

Robles Ortega asistirá por primera vez al cónclave que elegirá al nuevo jerarca del Catolicismo, posiblemente en la Capilla Sixtina.

A pregunta expresa de si le gustaría suceder a Benedicto XVI, responde: “Si usted me pregunta: ¿Está contento de servir a la Iglesia en donde Dios lo tenga?, así sí”.

LOS OTROS PAPABLES.

En las quinielas también entran el cardenal franciscano Claudio Hummes, de 70 años y arzobispo de Sao Paulo desde 1975. Este religioso es doctor en Filosofía.

El cardenal de Tegucigalpa (Honduras), Oscar Rodríguez Maradiaga, está presente en las apuestas como el más joven. Tiene 62 años. Se trata de un hombre cultivado que habla ocho idiomas. Nombrado obispo en 1978, ha sido Secretario General y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.

Norberto Rivera Carrera, nacido en 1942 y arzobispo Primado de México desde 1995, es conocido por su gran compromiso social y por ser un defensor de los inmigrantes. También se muestra muy cómodo con los medios de comunicación e, incluso, llegó a impulsar la agencia SIAME y el informativo Desde la Fe.

Recibió el capelo, de manos de Juan Pablo II, en febrero de 1998 y revivió algunas tradiciones hasta entonces obsoletas como la procesión del Corpus Christi, la Noche Santa y las procesiones de Navidad y el rezo del Santo Rosario.

SEGUNDO CÓNCLAVE PARA JUAN SANDOVAL.

También mexicano, el arzobispo emérito de Guadalajara desde 2012, Juan Sandoval Iñiguez, podría experimentar su segunda elección papal. Recibió el capelo de manos de Juan Pablo II en noviembre de 1994. También ha trabajado en la organización de obras sociales (reforzó a Cáritas diocesana y los bancos de alimentos). Con vocación informativa, sacó medios como El Semanario y el Centro Católico de Comunicaciones.

Otros de los papables que más suenan en los corrillos religiosos son el canadiense Marc Oullet, dirigente de la Congregación de Obispos; el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan; el argentino Leonardo Sandri de 69 años y prefecto de la Congregación para las iglesias orientales; el también argentino, Jorge Bergoglio (77), sobre quien planea un pasado sombrío como colaborador activo de la represión durante el régimen militar en ese país; Odilo Pedro Scherer (Brasil, 63), considerado una de las apuestas más firmes, es el cardenal y arzobispo de Sao Paulo y Joao Braz de Aviz, de 65 años, prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, que está próximo a la Teología de la liberación.

Según las leyes vaticanas, el cónclave debe comenzar después de 15 o 20 días de producirse la vacante de la Silla de Pedro.

Por Claudia Munaiz.

Efe/ Reportajes.