En un mundo inmerso en una fuerte crisis de valores y en un país como España, en que la gente está angustiada y desesperanzada, el cantautor y director de cine español Luis Eduardo Aute cree que el amor y la cultura son lo único que puede sacar al ser humano de este desastre.
“La cultura es lo único que nos puede salvar de este desastre absoluto que convirtió al ser humano en un zombie”, dijo a Efe en una entrevista.
“Ese ser humano no tiene nada que ver con el sentido de la vida. Lo que nos puede acercar al sentido de la vida, a reconciliarnos con la razón de ser de la vida humana, es la cultura y el amor”, abundó.
A sus 69 años, el artista español, siempre fiel a su creencia en el amor como motor del mundo, se dijo convencido también de que “lo único que nos puede rescatar de esta catástrofe es el amor y la capacidad de seguir soñando”.
Y es una catástrofe porque “en España la gente está absolutamente acosada por la situación caótica y trágica que se está viviendo”, en la que “no se ve ninguna luz al otro lado del túnel”, dijo en referencia a un país con más de cinco millones de desempleados.
Aun así, en su opinión se está asistiendo al final de una época, al derrumbamiento de un sistema financiero y de valores que “ya no da más de sí” y, por ello, una vez que llegue el crack, “habrá una convivencia distinta”.
Aute concedió a Efe una entrevista minutos antes de presentar en la capital mexicana su cortometraje “El Niño y el Basilisco”, una cinta de animación que hizo con base en dibujos para acompañar su disco “El niño que miraba el mar”, que salió a la venta a finales del pasado año.
Se inspiró en un montaje fotográfico que le regalaron sus hijos con base en dos imágenes fortuitamente parecidas, una en la que aparece siendo un niño en el malecón de Manila (su ciudad natal) y otra reciente en el malecón de La Habana.
“Todos en algún momento, sobre todo cuando uno tiene unos años, hemos pensado que sería inquietante encontrarse con uno mismo cuando era un niño pequeño, hablar con él a ver lo que pensaba en ese entonces, a ver lo que queda de ese niño en uno mismo”, dijo.
Y Aute, pese a rozar las siete décadas, se confiesa todavía niño, un artista “con síndrome de Peter Pan”. Considera que lo más parecido a un niño es un artista, porque éste “lo que quiere es seguir jugando con sonidos, con palabras…”.
Acaso por esa razón en los últimos años su carrera ha sido más prolífica, si cabe, que nunca antes, pues tiene la sensación de que cada vez le queda menos tiempo y quiere aprovecharlo al máximo.
“Hay muchas ideas que tengo apuntadas por ahí, proyectos que empecé y todavía no he podido terminar y tengo una cierta prisa, una cierta urgencia por llevarlos a cabo porque matemáticamente el tiempo que me queda en este planeta es cada vez menor”, dijo el también pintor y cineasta.
Aute, quien expresó sus condolencias al pueblo mexicano por la explosión sucedida hoy en la torre de Petróleos Mexicanos (Pemex) que acabó con la vida de al menos 15 personas, no cree que cualquier tiempo pasado fuera mejor, sino que los tiempos son “siempre muy distintos”.
“Siempre se dan tiempos mejores y peores; el ser humano es tan angelical como diabólico al mismo tiempo y los tiempos corresponden a esa idiosincrasia del ser humano”, apuntó el artista, que actuará en la capital mexicana el próximo 8 de febrero.
Con EFE