Mientras que en el Vaticano el consumo de vino llega a casi 55 litros per cápita al año, según datos del Wine Institute (asociación de vinos californianos), en Colombia no llega ni a un litro.
En el Vaticano, la escasez de población y la abundancia de misas en el país incrustado en Roma dispara su estadística. Aún así, comparado con otros países Colombia también está bastante lejos.
Los expertos explican que este fenómeno se debe a que la brecha entre clases es amplia, y que en los países donde se registra el mayor consumo, los habitantes acostumbran por
tradición a realizar varias de sus actividades alrededor del vino. Sin embargo, aunque la tendencia no parece muy positiva, la industria se encuentra en uno de sus mejores
momentos.
Según Amanda González, gerente de marca de los Vinos Torres y Trivento, “el consumo de los vinos argentinos y españoles ha venido ganando terreno, ya que el año pasado se vendieron 35% y 14% más de estos vinos respectivamente”.
En el 2010, un colombiano promedio consumía 0,27 litros de vino al año; hoy en ese mismo periodo, se toma 0,9 botellas.
Para Andrés Rueda, gerente de relaciones públicas de Buenvivir, este significativo aumento se debe a que “la cantidad de la oferta y el ajuste de los precios ha permitido que cada vez más personas en el país disfruten de un vino”.
Aparte de la variedad de vinos en el mercado y el aumento del poder adquisitivo en los hogares, el paladar de las personas ha promovido también el alza en el consumo. Según Rueda, “antes en este país solo tomábamos vinos hechos a base de uvas de Cabernet Sauvignon, que es para paladares que gusten de los sabores secos. Tenemos un paladar dulce, y con la entrada de más vinos hemos conocido los que se adaptan a nuestras características”.
Últimas tendencias
Al conocer más cepas diferentes, los paladares de los colombianos han cambiado. Por ello hoy, según los expertos, las uvas preferidas son el Carménère y el Malbec. “Estas cepas son más frutales, más aromáticas, más amables al paladar. Con estas, sin duda, las personas se sienten más cómodas”, dijo Rueda.
Además de encontrar nuevos sabores y sensaciones en la boca, los colombianos han empezado a interesarse por la cultura que gira entorno al vino. “La gente ahora habla de vino y se interesa por conocer más. Los ejecutivos, por ejemplo, están comprando los vinos gran reserva, que son mucho más complejos y tienen un paso por barrica donde son guardados por más de un año”, afirmó Amanda González.
Con S.I.