Poder gobernar, la integración de las autonomías, la reforma laboral y la deuda externa consolidan las grandes tareas que el nuevo mandatario español tiene en su panorama
En primera instancia acabe recalcar que sí bien Mariano Rajoy hoy por hoy es de nuevo el presidente de España, no goza de la popularidad que se supone debe tener un mandatario “reelegido” en el parlamento Nacional. Los motivos son diversos.
Gracias a la organización política de España, gobernada por un mandatario central pero desarrollada ante la mirada del tribunal constitucional y el regimiento participativo de las autonomías, tales como el país Vasco y Catalunya. Parece gobernar entre algodones pues ante la división partidista en el parlamento todo parece indicar que haga lo que haga, nadie va a estar conforme.
El problema radica en que la actual crisis económica y la desintegración de la unidad política que están presentes en todos los niveles administrativos reflejan un tenso el panorama para el país.
Problemas importantes
1. Poder gobernar.
Aunque suene paradójico, el mayor problema que tiene el mandatario es poder consolidar una “unión” o aceptación en las decisiones que puede hacer gracias a su investidura, es decir, Rajoy puede tomar las decisiones que estime pertinentes, pero con la singularidad de tener el visto bueno por todo los sectores políticos PSOE (partido socialista obrero español) y el PP (Partido popular), junto a las mencionadas las autonomías partidistas. Hecho que determina cada respiro en esta asfixiante gobernabilidad. Al parecer, haga lo que haga nadie va a quedar conforme.
2. La partición y el poder de las autonomías
El proceso independentista abierto en Cataluña, la búsqueda del consenso en la aplicación de la Lomce junto a los pronunciamientos que el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka ha hecho sobre las “políticas centralistas” que Rajoy está gestionando. Son un punto de partida para determinar la complejidad en la participación que estos miembros van a tener en el nuevo gabinete, hecho que seguramente generará inconformismo, gané quien gané estos lugares.
3.Reforma laboral
Si bien el plan tiene varios años en su implementación, cabe resaltar que este tema en particular fue el proyecto bandera en la más reciente campaña política del país. La pretendida restructuración busca avanzar desde los escaños públicos hecho que las minorías y grandes grupos sociopolíticos de seguro trataran con sumo cuidado, al suponerse que dicha reforma será la hoja de ruta para superar la crisis.
4. La deuda externa
Este problema lo tienen todos los países del mundo, pero la singularidad radica en el preocupante incremento que a día de hoy presenta. España tiene la deuda más elevada en la euro zona, después de Grecia y Portugal.
Se estima una deuda aproximada de 1,08 billones de euros, cerca de 40.000 euros por habitante, y 7.000 millones más que a finales del año 2015.