Los Nobel se rebelan contra Trump en la Cumbre de paz en Bogotá

En el foro inaugural de la Cumbre Mundial de premios Nobel de Paz denominado Paz y Democracia, en la que Bogotá fue escogida como sede en su edición número 16, los distinguidos panelistas escogieron esta plataforma para, además de elogiar a Colombia por la conquista de la paz, amonestar de manera vehemente las decisiones que Donald Trump ha tomado desde que se posesionó como presidente de EE.UU.

Los discursos giraron en torno a dos ejes: uno, la preocupación mundial por las políticas racistas del nuevo presidente de Estados Unidos; y dos, la esperanza que para el mismo mundo representan casos de reconciliación como el que se da en Colombia.

Juan Manuel Santos destacó como afortunada la coincidencia afortunada que la Cumbre de nobeles de paz se realice en Bogotá justo ahora, cuando más de 6.000 hombres y mujeres de las Farc se están concentrando en diversas zonas del país para reincorporarse a la vida civil y entregar las armas. “Esta misma semana está ocurriendo algo que los colombianos habíamos soñado por mucho tiempo pero que las últimas tres generaciones ya no creíamos posible. Y lo logramos. Lo que parecía imposible… ¡lo hicimos posible!”, afirmó.

El costarricense Óscar Arias, laureado en 1987 por su trabajo por la paz de Centro América, increpó al mandatario estadounidense afirmando que la xenofobia y el odio han crecido de una forma impresionante en un país donde la exclusión y el proteccionismo comercial han llegado al corazón del gobierno y al de muchos de sus ciudadanos, tirando por la borda décadas de esfuerzos por la libre circulación por las fronteras, los mercados, las culturas y el intelecto.

Arias, de manera pausada pero bastante elocuente, citó un fragmento de la icónica novela Historia de dos ciudades del escritor británico Charles Dickens, para hacer un paralelo entre los avances progresistas de paz en Colombia vs. La retórica obsoleta de la primera democracia del mundo así: eran los mejores tiempos, eran los peores tiempos. Era la era de la sabiduría, era la era de la insensatez; era la época de las creencias y de la incredulidad; era la primavera de la esperanza, era el invierno de la desesperación. “Señores y señoras, estamos viviendo una época que podría describirse de esa misma manera”, aseveró.

Por su parte, la estadounidense Jody Williams, premiada en 1997 por su lucha contra las minas antipersonales, dijo desconocer “cómo se le dio una oportunidad al hombre que usó violencia, racismo y sexismo en la campaña para convertirse presidente”.

“Gobernar no es que el sector que gane aplaste a todos los demás, el gobierno democrático es el compromiso por el bienestar de todos. Ahora vemos en mi país que el señor Trump es la antítesis de ello”, manifestó.

Entre los 29 ganadores del Premio Nobel de Paz representados en la cumbre de Bogotá quedó en firme el compromiso de tratar de evitar que nuevos sectores sean vulnerados por las decisiones del mandatario estadounidense.

Uno de los temas más abordados por los laureados fue el de los derechos humanos, sobre el cual aseguraron que la lucha del pueblo estadounidense será vital para decidir su destino y el de las generaciones futuras.

La XVI Cumbre de Premios Nobel de Paz, que por primera vez se realiza en América Latina, se lleva a cabo en la capital colombiana entre el jueves y el domingo. En el certamen participan 14 laureados de paz y otras 14 organizaciones ganadoras del Nobel.