Con el objetivo de tomar medidas pertinentes para evitar brotes de broca, el año pasado se lanzó la campaña, ‘Controle la broca, termine y comience bien el año’. Una campaña que busca reducir la incidencia de la plaga.
La Federación Nacional de Cafeteros lanzó una campaña tendiente a controlar la broca, plaga que ha mermado la producción cafetera en el país. Lo anterior ante los pronósticos de las autoridades de los periodos secos y la llegada del Fenómeno de El Niño, lo cual favorece la reproducción de este insecto, que si no se controla, puede afectar la calidad del grano.
Es importante resaltar que esta campaña es de carácter preventivo, pues desde 2011 el promedio nacional de los niveles de infestación se ha mantenido por debajo de 3%, con excepciones en algunas regiones del país.
Los periodos de diciembre a enero (así como junio a julio en mitad de año) son épocas propicias para que los caficultores realicen acciones de control del insecto como el repase (o aseo), eliminando la totalidad de los frutos maduros, sobremaduros y secos que quedan en el árbol una vez termine la cosecha, y recogiendo frutos del suelo y la cosecha sanitaria o recolección de los frutos, antes de iniciar la renovación de los cafetales.
De esta forma, realizar estas actividades se convierte en una inversión rentable para los caficultores al evitar que frutos maduros y sobremaduros se conviertan en una fuente de propagación de este insecto.
A través del Servicio de Extensión se iniciará a partir del 13 de enero, en 6.000 lotes representativos de la caficultura Colombiana, la primera alerta temprana del año 2015, con el fin de evaluar el nivel de daño de la broca y generar oportunamente medidas de control a nivel regional con base en los resultados del diagnóstico. Se trata de monitorear el comportamiento del insecto durante todo el año 2015. Así mismo, se viene motivando a los caficultores con metodologías educativas (individuales, grupales y masivas) a que implementen en sus fincas las prácticas de Manejo Integrado de la Broca, como una medida fundamental para proteger los ingresos asociados con la próxima cosecha cafetera.
