El expresidente brasilero anunció su interés por volver al juego de la política de la mano de la presidenta Dilma Rousseff, para impulsar a la campaña electoral de la mandataria y que logre un segundo mandato. Lula aseguró que aceptará cualquier rol que el Gobierno estipule y confesó que todavía está aprendiendo a ser expresidente.
Mientras que la presidenta Dilma Rousseff continúa en la búsqueda las alternativas para mitigar los problemas de orden público en el país, y al mismo tiempo, ratifica su soberanía desde los estrados de la Asamblea General de la ONU donde trabaja para fortalecer las relaciones bilaterales, el expresidente Lula Da Silva anunció a través de una alocución, su interés por volver al juego de la política ante las elecciones del próximo año, en las que espera ayudar a que Dilma sea relecta.
”Estoy volviendo, con mucha voluntad, con mucha disposición, para felicidad de algunos y para desgracia de otros. Es así: estoy en el juego”, declaró el expresidente al diario local O ‘Globo.
Asimismo, afirmó que está a disposición de Dilma para cumplir el papel que ella determine durante la campaña y destacó que su mejor carta para aportar será pedir y conseguir votos.
“Me considero razonable en el estrado, me gusta, me siento bien. Agradezco a Dios todos los días la relación de confianza que construí con el pueblo brasileño. Y todo lo que pueda hacer para convencer a las personas que confían en mí de votar por Dilma, lo voy a hacer”, precisó.
De igual manera, ante las críticas que este acto pueda llegar a causar, el exmandatario se mostró optimista y explicó que para ser elegida en 2010, Rousseff necesitó mucho más de su ayuda por ser “una desconocida”. Ahora, para el 2014, “ella será juzgada por lo que está haciendo, no es más una desconocida como era en 2010, pero haré el mismo esfuerzo para que sea reelecta, pues la victoria de Dilma es mi victoria, y su derrota es la mía. Su éxito es el del pueblo brasileño, el de las camadas más pobres de la población”.
Lula ha sido caracterizado por ser un hombre de abundante nobleza y carisma, según lo consigna el diario O´Globo él confesó que esta “aprendiendo a ser expresidente” y agradeció a la platea el haberlo ayudado a hablar durante los 90 minutos que duró su locución”.