Macri subirá la luz en un 500%

Todo en aras de liberar la venta de dólares. Si la devaluación de la moneda no es exitosa, si tampoco se considera la eliminación de los subsidios generalizados a la luz y gas; el Gobierno argentino ya ha anunciado un aumento de más del 500% en dichos servicios.

A dos días de asumir el poder el 11 de diciembre, el Presidente de Argentina, Mauricio Macri, devaluó la moneda un 40% y acabó de ese modo con el mercado paralelo de la divisa que se había instalado en los últimos años del kirchnerismo. Si bien una devaluación nunca es popular, Macri daba cumplimiento a una de sus principales promesas electorales: liberar la compra de dólares.

Si la devaluación es o no exitosa, solo se sabrá en unos meses, cuando se compruebe si se ve superada o no por la inflación, que en los últimos años ha rondado el 25 o 30% anual, pero amenaza con aumentar estos primeros meses del año. No ayuda la eliminación de los subsidios generalizados a la luz y el gas: el Gobierno ya ha anunciado que el próximo recibo de la luz llegará con aumentos de más del 500%.

Con la misma rapidez, el equipo de Macri anunció la eliminación de las retenciones a las exportaciones de cereales, así como una reducción del 30 al 5% en las retenciones a la soja, una de las principales fuentes de divisas para Argentina. Más recientemente, Macri ha anunciado la eliminación de las retenciones a las empresas mineras, que hasta ahora abonaban un 5% a las arcas del Estado. Sin embargo, ese Gobierno que tan activo ha sido desde el primer día en la Casa Rosada no ha anunciado ninguna medida en materia social, laboral o educativa, más allá de un pago único a los perceptores de la Asignación Universal por Hijo.

De lo que no hay duda es de que todas las decisiones anteriores son coherentes con la línea ideológica del nuevo Gobierno, que llegó con un claro programa económico. “Macri hizo todo lo que dijo que iba a hacer en materia económico financiera (devaluación y eliminación del mercado paralelo de divisa, reingreso de Argentina a los mercados financieros internacionales, eliminación de subsidios y disminución de impuestos para las empresas) y todo lo que no iba a hacer en materia político-institucional”, como escribe José Natanson en el último editorial de la edición local de ‘Le Monde Diplomatique’.

En efecto, si durante la larga campaña electoral Macri se mostró como un hombre dialogante y sensato, en contraste con la beligerancia discursiva de Cristina Fernández de Kirchner, una de sus primeras decisiones al llegar al poder fue nombrar por decreto dos jueces para la Corte Suprema, y desde que es presidente ha despedido a más de 20.000 funcionarios públicos; en protesta, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) ha convocado una huelga general el 24 de febrero.

También por decreto, el macrismo realizó sustanciales reformas a la polémica Ley de Medios de 2009, con la que Cristina Fernández inició una guerra sin cuartel con el poderoso Grupo Clarín. La ley reducía la cantidad de licencias que un mismo grupo empresarial puede acumular y dividía el espacio radioeléctrico en tres partes iguales entre el Estado, el sector privado y las organizaciones sin fines de lucro.