La oposición venezolana espera que este martes se pueda poner en marcha el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Tras cuatro meses de gestiones este mecanismo es el único efectivo para llegar a un diálogo sin conflictos entre la población civil, afirma la oposición.
Seguros de que cumplieron el requisito, miembros de la MUD llamaron a una movilización pacífica este miércoles hacia el CNE, en Caracas, para pedir que dé el aval para la recolección de otras cuatro millones de rúbricas (20% del padrón electoral), necesarias para que el referendo sea convocado.
Analistas sugieren que el camino no está del todo despejado. “Tenemos un problema de reloj y de voluntad política”, afirmo el constitucionalista José Ignacio Hernández.
Para la oposición en necesario que el referendo se realice este año, pues si Maduro pierde deberá convocarse a elecciones, pero si es efectuado después del 10 de enero del 2017, y es revocado, este sería sustituido por su actual vicepresidente. Así mismo, El CNE argumentó no poder apurar el revocatorio y mucho menos retrasarlo, solo puede actuar ateniéndose a los lapsos de la normativa, advirtió Tibisay Lucena, presidenta del órgano electoral.
Para Hernández, los lapsos legales que lleva un proceso tan complejo, alcanzarían para que el referendo sea realizado en diciembre o a más tardar a inicios de enero, pero “todo depende de la voluntad del CNE”. Si el organismo “dilata todo, aumentará la conflictividad social y sólo quedarán las vías de las protestas y la presión internacional”, opinó el analista.
Con una crisis económica agravada por la caída de los precios del petróleo, el presidente Maduro afronta la difícil situación de la población manifestada, la cual sufre por la escasez de 80% de alimentos y medicinas, una inflación que fue de 180,9% en 2015 y proyectada por el FMI en 720% para 2016. Según encuestas un 64% de los electores votarían por sacar a Maduro del poder.
Para revocarlo se necesitan más de los 7,5 millones de sufragios con los que fue elegido. Maduro descarta que la consulta se realice este año porque, según dice, la oposición inició tarde los trámites y debe enfrentar cientos de recursos y una demanda por fraude en la recolección de firmas, que interpuso el gobierno ante la justicia, también acusada por la MUD de servir al gobierno.
“No permitiremos que el gobierno le robe al pueblo su derecho al cambio. El revocatorio es para cambiar lo que no sirve”, dijo el líder opositor Henrique Capriles.
El analista Luis Vicente León no descarta que se prolongue la agonía del pueblo venezolano sin cambios políticos y económicos importantes en el corto plazo, con un escenario en el que la gente “podría habituarse a la primitivización”.
La canciller Delcy Rodríguez aseguró que si la oposición pretende discutir sobre el revocatorio, presentarán “innumerables pruebas del mega fraude”, por lo que el inicio del diálogo aún es incierto y poco fiable.
Analistas advierten de divisiones internas en la MUD. Algunos como Capriles se oponen a dialogar sin referendo, mientras Henry Ramos Allup, jefe del Parlamento, aclaró que para sacar al país de la crisis hay que negociar, “incluso con el diablo”.
Si es decidido el negociar, ambas partes tendrán que ceder. El “gobierno no negociaría su cabeza”, pero la oposición podría aceptar un recorte del período presidencial, liberación de sus dirigentes políticos presos y cambios en el Tribunal Supremo de Justicia y el CNE.