El panorama está lleno de incertidumbres. Capriles acusó públicamente al presidente Maduro de conspirar un plan para atentar contra su vida, mientras este, responde que es Capriles quién está diseñando un auto atentado para culpar al Gobierno venezolano.
Las noticias sobre el actual estado político de Venezuela por cuenta de los resultados electorales el fin de semana pasado y en el que Maduro obtuvo la presidencia por estrecho margen, están develando las muchas estrategias políticas que tanto los opositores, como los chavistas, están intentando gestar para desacreditar al otro.
Las acusaciones sobre atentados y auto atentados están a la orden del día. Según Maduro, el derrotado candidato “está planeando un auto atentado para difamar al Gobierno Nacional y hacerle creer al pueblo venezolano que el Estado es responsable de dichas acciones”.
A través de su recuperada cuenta en Twitter, el Presidente alertó que “tenemos información que la derecha está armando grupos con franelas rojas para simular ataque. He alertado a todos los cuerpos de seguridad” y agregó, que la oposición “en su locura de odio y desesperación son capaces de todo. Sólo pido sensatez y que cese la intolerancia y la violencia fascista”.
Por su parte, Capriles, denunció que “El Gob (sic) ordenó esta noche a grupo armados con franelas nuestras romper vidrios de carros, atacar gente, generar violencia (…)”. También añadió que, “el ilegitimo (refiriéndose a Maduro), habla de amor, de no violencia y mandó a atacar mi residencia oficial como Gobernador de Miranda en los Teques” y finalizó, “cualquier cosa que me pase en la Residencia Oficial en los Teques hago responsable a Nicolás Maduro!”.
Las provocaciones por parte del Presidente Maduro, han llegado hasta el punto de declarar que la oposición está fraguando un plan de conspiración junto con EE.UU para debilitar “la democracia que ha seguido los fundamentos que nos dejó Chávez”, esgrimió el mandatario.
Por ahora, la ola de violencia que enfrenta las principales ciudades de Venezuela tienen opacada el momento verdaderamente crucial, el reconteo de los votos del fin de semana pasado.
