La Fábrica de Licores de Antioquia lanza un ron que llevará por nombre Maestro Botero, en homenaje al pintor y escultor colombiano. La botella y la etiqueta son obra del mismo artista quien cederá todas las utilidades para el arte y la cultura.
Con la maestría que sólo se obtiene con casi un siglo de estar produciendo los mejores rones, la Fábrica de Licores de Antioquia hace un homenaje al maestro Fernando Botero, el más grande representante del arte y la cultura colombiana, con el lanzamiento de Maestro Botero Reserva Especial, un licor elaborado con los mejores rones de su siembra con 15 años de añejamiento.
En una botella se mezclarán el conocimiento y experiencia en la producción del ron Medellín Añejo, galardonado con varios premios nacionales e internacionales, con la inspiración del pintor y escultor colombiano de mayor reconocimiento internacional quien la diseñó y además cedió una de sus obras para la etiqueta.
Esta iniciativa de la Fábrica de Licores de Antioquia y la Gobernación de Antioquia, además de ser un reconocimiento a los 80 años de vida del maestro Fernando Botero busca aportar las utilidades al Museo de Antioquia y al Instituto de Patrimonio y Cultura de Antioquia.
“El Ron Maestro Botero es un homenaje que la Fábrica de Licores de Antioquia (FLA) y el proyecto de Antioquia, la más educada le rinden por lo que él significa para Colombia, por todos sus años de arte, de pintura, escultura, de hacer quedar bien al país afuera, de constancia y de coherencia artística”, explica Fernando Restrepo Restrepo, gerente general de la Fábrica de Licores de Antioquia.
Se trata además de un licor con los más altos estándares de calidad que busca impulsar también al ron, una bebida con mucho futuro en el mercado local y del exterior.
El genio de la botella
El Ron Maestro Botero reúne lo mejor de dos maestros; la inspiración del maestro pintor y escultor y la de la Fábrica de Licores de Antioquia, conocedora con 90 años de tradición en la fabricación del mejor ron y que ha sido reconocida como una de las 10 mejores empresas del país. Ambos emblemas del Departamento de Antioquia.
“Dijimos, si queremos hacer una botella conmemorativa tenemos que buscar un ícono o un motivo y creo que para nosotros los colombianos Botero es lo suficientemente representativo y contundente”, cuenta Fernando Restrepo, gerente de la licorera.
Se compartió la idea con el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, quien estuvo de acuerdo siempre que se hiciera un aporte a la cultura y a la educación, y se reunió con Fernando Botero en una de sus visitas al país y dado que el maestro es dueño de sus derechos aceptó con la condición de que se ayudara al Museo de Antioquia.
Para el gerente de la FLA era claro que como líder en el mercado colombiano de licores, con más del 50 por ciento de la participación, además de conservar ese lugar de vanguardia tenía la responsabilidad de moldear el mercado e innovarlo, y más si se habla de ron.
Entonces empezó un proceso que tomó seis meses durante los cuales el primer paso fue diseñar una botella. Pero para un Ron Botero Reserva Especial, se requería una botella única, así que el propio artista hizo un boceto como si se tratara de una de sus obras, a mano alzada. Luego la FLA acudió a uno de sus socios, Peldar, que hizo una propuesta respetando el boceto del maestro quien la aprobó, una botella asimétrica y de diseño exquisito.
La etiqueta, otro Botero
Luego se pensó en la etiqueta. Ésta debía responder también a las calidades de un maestro artista y de un ron maestro, debía ser muy original. “Y nada más original que un Botero”, dice Restrepo. El maestro pidió que se escogiera entre dos obras que le gustaban y la seleccionada fue Hombres Bebiendo, una pintura hecha en 2011 que no ha sido expuesta ni vendida y que pertenece a su colección privada.
Entonces la carrera fue por definir si debía ser circular, rectangular o cuadrada; el estilo de la letra, su tamaño y cómo debía ir la firma del artista. “Fue un trabajo largo y arduo pero el resultado es una etiqueta de hermoso diseño y originalidad y además muy fina, digna de un artículo de colección, que no se deteriora en pocos meses y con un material plástico y colores que le dan el sello de lo que es en esencia el Ron Maestro Botero: una obra de arte”.