La polémica obra “Mitad Ángeles Mitad Demonios” del fotógrafo Mauricio Vélez llega al Palacio de la Inquisición de Cartagena, luego de ser una de las exposiciones más controvertidas y visitadas en la Cámara de Comercio de Bogotá en el 2011. Hablamos con el artista de su impactante obra.
Del 13 de diciembre al 30 de enero, cuando Cartagena recibe la mayor cantidad de visitantes nacionales y extranjeros, llega a la sala de exposiciones temporales del Palacio de la Inquisición esta muestra bajo el título, “Mitad Ángeles Mitad Demonios, La Inquisición de los Inquisidores”. Aunque la obra es un recorrido por las distintas ideas de mal y bien en el ser humano, es evidente que las fotografías que evocan miembros de la iglesia son las más controvertidas de la muestra.
A diferencia de sus trabajos comerciales, ésta exposición presenta el resultado de muchos años de observación, estudio y lectura de Vélez, ejercicio a través del cual ha logrado hacerse a una mirada muy personal de lo que son las concepciones del bien y el mal para cada ser humano.
Mitad Ángeles Mitad Demonios, La Inquisición de los Inquisidores seguramente será una de las exposiciones más visitadas este fin de año en Cartagena, no solamente por su alto valor estético, sino también porque verla colgada en el Histórico Palacio de la Inquisición es un hecho contundente, trascendental, único.
Confidencial Colombia: ¿De dónde surge el concepto de esta exhibición?
Mauricio Vélez: la idea surge de mi trabajo alineado con temas relacionados con cuerpo, arte y religión. Decidí plantear el génesis a través del cuerpo y del arte y plantear la figura humana de una manera diferente a incluso como yo la había hecho. Por eso la estética son formas de cuerpos y no cuerpos enteros. No exhibiendo a la persona como tal, sino exhibiendo el cuerpo como un lienzo. La exposición pasa por Medellín y es muy controversial hasta el punto que es cerrada porque Soho hizo una promoción de algunas de las fotos que se muestran en la exhibición y generó tanto escándalo y tanto impacto dentro de la sociedad que a la semana decidieron cerrar la exhibición. Luego la Cámara de Comercio de Bogotá, dándole un respaldo a la exhibición decide presentarla y es una de las exposiciones más visitadas desde el día de su inauguración con un promedio aproximado de 100 visitas diarias.
CC: ¿Qué implicaciones tiene para usted como artista y creador, el hecho de colgar esta obra justamente en el Palacio de La inquisición?
MV: Primero es una apertura al arte híper moderno que está conectado directamente con el público. Me parece que quien viene a este edificio, viene a ver un poco de la historia de lo que sucedió acá y de lo que significa este espacio. Y a mí me parece que este lugar tiene una especial connotación por el magnicidio perpetrado por los miembros de la iglesia en su momento. Que mi obra llegue acá, lo veo como un acto de reconciliación de este espacio con la gente, para que se pueda desmitificar y poder hablar de temas abiertos sin temor a represalias y de esa misma manera lo puede observar la gente al terminar de ver la exhibición. Aparte de eso, es un privilegio grandísimo sentir que la obra está conectada con el público, que le están abriendo espacios y le seguirán abriendo muchas más por este estilo y es el gran deseo que yo siempre he tenido. Quiero que esta muestra se conecte con la gente y sienta alguna reacción. Cuando yo voy a un museo, veo una exposición y no siento nada, salgo aburrido y lo que se busca con el arte es generar emociones y sentimientos y esta es una muestra que tiene todos esos ingredientes juntos.
CC: ¿Cartagena ya no es una plaza local, en el sentido en que es una ciudad con gran número de visitantes de otros países. Cómo ve usted esta ciudad para su exhibición? ¿Cree que pueda ocurrir una reacción similar a la de Medellín?
MV: En Bogotá se dieron reacciones, no tanto como la sociedad antioqueña que tiene sus particularidades, pero en general siempre hay reacciones. Tanto, que la exhibición estuvo en tutelada tres veces y ganamos tres veces porque la gente quería que la descolgáramos y obviamente hay quien se toma la molestia de poner una tutela y seguir todo el proceso. El gran privilegio de Cartagena es colgar una muestra donde obligatoriamente 20.000 personas que llegan de todas partes del mundo a través de cruceros y por otras rutas, hacen visita obligada al museo y muchas personas del mundo tienen la posibilidad de verla. Este también es el epicentro hoy por hoy, del jet set internacional y más particularmente por estas épocas, en donde también el “Hay Festival” y se viene el “Festival de Música del Caribe” que también tiene eventos aquí en el Museo y es un sitio obligatorio para muchas personas que van a estar de paso. Es una buena oportunidad para que la muestra esté ante los ojos de muchas personas.
CC: ¿Cuál ha sido la influencia de la plástica en su obra fotográfica con trabajos previos con artistas como Manzur o Jacanamijoy?
MV: La influencia de la plástica en mi obra fotográfica toda la vida ha sido muy importante y ha ido de la mano, primero porque soy un gran amante del arte y segundo porque soy también coleccionista. Soy visitador asiduo de los principales museos del mundo y para mí cada viaje significa ir a museos, independientemente de cualquier otra aventura, obviamente viendo arte y viendo fotografía, entonces la influencia es total. Todos mis proyectos, incluso los comerciales, parten del arte y ahora que hago este tipo de proyectos y se me ocurre plantear sobre el génesis del cuerpo pues recurro a todos los amigos pintores con quien vivo mi entorno diario y por ello está David Manzur, Darío Ortiz, Carlos Jacanamijoy y por eso están todos los artistas con quienes me conecto y son mis amigos y han decidido apoyarme en este proyecto.
CC: ¿Cuál es el escenario en el que usted se siente más cómodo? Conociendo su trabajo comercial, que también es muy exitoso, ¿los proyectos artísticos de este tipo lo llenan más como persona y como profesional de la fotografía?
MV: Lo que pasa es que la gente me conoce más con mi faceta comercial, faceta que siempre ha estado de la mano con proyectos que aún no se han terminado, porque soy demasiado meticuloso y exigente y sé la responsabilidad que implica salvar un proyecto de estos a la luz pública y me he demorado un poco. Yo desde hace 10 o 12 años empecé a producir unos libros, por ejemplo ahora en febrero publico uno de esos libros con Villegas Editores de retratos de personajes colombianos y obviamente va a circular como exposición. Tengo otro proyecto sobre la niñez en toda Latinoamérica, estoy haciendo un libro sobre el Chocó, pero yo creo que año tras año verán surgir estos proyectos como el del Quijote, que es un proyecto que abordo este año y es contar la historia de “Don Quijote de la Mancha” desde la fotografía. Lo importante es que para mí, la diversión y el placer diario es tomar fotos, no importa si es dentro de un contexto artístico, o personal, o comercial, para mi tiene el mismo sentido de pasión y de amor.
CC: ¿Soñaría con colgar su obra en el Vaticano?
MV: Todas esas cosas se dan. Una de las grandes sorpresas que tuve en la exhibición con la Cámara de Comercio de Bogotá es que tuvimos una revista llamada “Vida Nueva” de España que hizo una artículo con portada de 12 páginas, donde el respeto hacia la obra se conservó, a pesar de ser una publicación de la Iglesia Católica. El artículo le dio la vuelta al mundo, mucha visibilidad a la obra y empezaron a solicitarla en varios países. Pero como es una exhibición grande, robusta, pesada y sus costos de traslado pueden estar entre 60.000 a 70.000 dólares, entonces la gente se frena un poquito y se les pierde el entusiasmo. Ya de hecho, cuando se presentó la exposición una fundación de New York que trabaja con personas abusadas por curas pederastas, me solicitó permiso para poder tener las fotos como pancartas en alguna manifestación que tenían en el vaticano, porque lo bueno es que estás imágenes han visibilizado este contexto que no tenia imágenes en el mundo y ya se han convertido en un referente muy importante y especial.
CC: ¿De Cartagena “Mitad ángeles, mitad demonios” para donde va?
MV: Está planteado inmediatamente México, y la está solicitando Argentina y Ecuador y hemos estado conversando con los curadores de esos países para determinar cuáles serán las instalaciones más idóneas y sobre todo las condiciones de poderse mover, porque mucha gente la ha pedido y se estuvo presentando parte de la muestra en China el año pasado en la Feria Shanghái y parte de la muestra también está expuesta en el Museo de Beijín que se inauguró hace 15 días con pocos artistas invitados.