El narcotraficante Henry de Jesús López Londoño, alias “Mi Sangre”, detenido este martes en Argentina, acusó hoy a Colombia y Estados Unidos de “armar” una causa contra él, en su primera declaración ante un juez de Buenos Aires.
“Mi Sangre”, al que el jefe de la policía colombiana, el general José Roberto León, definió hoy como el máximo proveedor de cocaína al sangriento cartel mexicano de Los Zetas, declaró que la suya “es una causa política inventada en Colombia” y “armada en combinación entre los Estados Unidos y Colombia”.
“Vine a la Argentina a instalarme con mi familia y me iba a dedicar a la compra y venta de autos”, le dijo al juez, según el portal argentino Infobae.
Henry de Jesús López Londoño, de 41 años, fue detenido el martes por la noche en un restaurante italiano de Pilar, a unos 50 kilómetros de la capital argentina, del que era cliente habitual.
“Tiene pedido de captura en EE.UU. El juzgado va a determinar los pasos que habrá que seguir, pero una posibilidad es extraditarle a EE.UU.”, aseguró a los medios el Secretario de Seguridad argentino, Sergio Berni.
Según Infobae, el juez federal que ordenó su detención había sido notificado de un pedido de arresto con fines de extradición de los Estados Unidos.
El detenido fue descrito como “el narco criminal más buscado del mundo” y “extremadamente peligroso, no sólo por su historial, sino por el tipo de organización narcocriminal que ha construido en Colombia y varios lugares de Suramérica”.
“Mi Sangre”, conocido también como “El Salvador” y “Carlos Mario”, está acusado de liderar Los Urabeños, una organización paramilitar vinculada al narcotráfico y considerada una de las más peligrosas de Colombia.
Además, fue uno los lugartenientes del jefe paramilitar Diego Murillo, alias “Don Berna”, que fue extraditado a Estados Unidos en 2008 junto con otros jefes de las AUC.
La captura de López Londoño fue posible gracias a la colaboración de efectivos de la policía colombiana, que “llegaron al país tres meses atrás para comenzar a trabajar en la captura del sospechoso, a quien tenían ubicado en la zona norte del conurbano”, el cinturón de la capital, indicó la ministra de Seguridad, Nilda Garré.
Los dispositivos de seguimiento satelital instalados en los vehículos del colombiano permitieron establecer sus movimientos y facilitaron a los investigadores la detención.
Desde Bogotá, la policía colombiana informó de que contaron con la ayuda de la DEA estadounidense y que en la búsqueda de “Mi Sangre” fue clave el uso de tecnología por satélite para controlar sus movimientos.
Según lo que se ha divulgado de la investigación, López Londoño, de 41 años, habría entrado en Argentina a fines del año pasado con un pasaporte apócrifo venezolano, cambiaba de domicilio cada semana y controlaba las rutas de la droga hacia fuera del país.
El detenido había instalado a su familia en una vivienda del lujoso complejo residencial Nordelta, en la localidad bonaerense de Tigre, mientras él se movía entre distintas fincas de los alrededores de Buenos Aires para evitar ser detectado.
“Mi Sangre” es buscado por la Justicia estadounidense pero también por la colombiana, que le reclama por los delitos de concierto para delinquir agravado, narcotráfico y terrorismo.
Berni destacó que se trata de “un golpe mortal al narcotráfico” porque, junto a López Londoño ha caído “toda su estructura de financiación y su aparato logístico”, aunque evitó dar detalles.
El secretario de seguridad explicó que “este tipo de bandas criminales se caracterizan porque se infiltran en las fuerzas de seguridad y en la justicia para que sean cómplices de sus negocios”.
Según la policía colombiana, hubo al menos dos operativos previos para detener a “Mi Sangre”: uno en Argentina y logró escapar, y otro en Paraguay, que se abortó porque coincidió con la retirada del poder del presidente Fernando Lugo, en junio pasado.