Mis primeras enfermedades

El mundo de los bebes no solo viene acompañado de risas y nuevas experiencias, también pequeños accidentes y enfermedades repentinas ¿Cómo identificarlas y enfrentarlas?

Durante los primeros años de vida es común que se presenten enfermedades que son fáciles de combatir, pero que sin embargo, pueden causar preocupación para los padres. Desde una dermatitis por el uso del pañal o un golpe en la cabeza, son tan comunes como fáciles de manejar en casa.

Las irritaciones en la piel son las molestias más comunes en la vida de un bebe, el uso de pañal y de productos de aseo puede causar reacciones negativas en su delicada piel.

Aunque no todas las irritaciones se presentan por el uso de dichos productos, también por el contacto con el medio ambiente, el material de la ropa o algunos alimentos o medicamentos, la mejor forma de prevenir es utilizar sustancias naturales para su cuerpo, productos de aseo sin alcohol y en algunos casos acudir al pediatra para recibir asesoría.

En cualquier caso, la mejor manera de combatir enfermedades del organismo o de la piel es completar el esquema de vacunación requerido.

Las alergias también son alarmantes, estas pueden ser tan leves que generen estornudos e irritación en los ojos, o tan complicadas que causen afecciones respiratorias.

El primer paso para acabar con una alergia es identificar el detónate de la misma. En estos casos los especialistas recomiendan realizar pruebas en la piel para encontrar el factor que provoca las alergias. Los médicos manifiestan que las manifestaciones alérgicas son alarmantes cuando se presentan dos o tres veces por semana.

Por otro lado, es muy común escuchar a las mamás hablar de los cólicos de sus pequeños, estos dolores se manifiestan en los menores de cuatro meses y lo normal es que tengan una duración de tres minutos. Son relacionados con trastornos gastrointestinales. Para acabar con los cólicos lo más común es relajar al bebe y masajearlo lentamente para regular el funcionamiento de los gases y que el bebe los pueda expulsar.

Entre los más grandecitos lo común son las caídas y los golpes leves en la cabeza que se presentan en la fase exploratoria de los menores. Su curiosidad los lleva a no medir las consecuencias ni el nivel de peligrosidad de las situaciones a las que se enfrentan.

Cuando los bebes presenten caídas, lo más importante es revisar el estado del menor, si sangra, presenta ahogamiento o está inconsciente. Analizar cómo fue la caída, de qué altura y la superficie en la que cayó. Cuestionar si la caída es lo suficientemente grave para recibir atención médica o atención en su hogar. Un golpe al que no se le da el manejo adecuado puede traer consecuencias futuras.

Aunque varios de los problemitas que se presentan en los bebes se pueden manejar en casa, la mejor alternativa es prevenir y atender síntomas un poco más alarmantes como la fiebre, la diarrea constante, cambio en el color de sus labios y piel, respiración acelerada y el movimiento de sus extremidades de manera irregular.

Varios de esos síntomas pueden ser el aviso de una enfermedad grave a la que hay que estar atentos, y por supuesto, siempre acompañar el desarrollo del bebe de la mano de los especialistas.

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