El Mónaco de Falcao no es para nada una aparición fugaz cuya fama se quedará en un partido. Los del Principado no van en broma cuando advierten que van en busca de una ilusión en esta Champions League. Su candidatura es seria y tienen suficientes fundamentos para creer en ellos mismos.
Los de Jardim se impusieron en un campo francamente difícil como los es el Iduna Park de Dortmund. El juego estuvo marcado por el atentado que sufrió ayer el bus del Dortmund. El hecho condicionó excesivamente a los locales. Hay que reconocerle el valor al conjunto alemán de sobreponerse a un suceso como este tan solo 24 horas para jugar el compromiso, pero claramente se vio que no tenían la mente puesta en el partido.
Los monegascos aprovecharon el desconcierto y marcaron la pauta de un encuentro que se jugó a un bajo ritmo. La intensidad mostrada distó mucho de un partido normal de esta instancia. Los de Jardim lo aprovecharon y tienen medio tiquete en semifinales.
Se adelantaron primero por medio de un Mbappé que está en estado de gracia. En clara posición de fuera de juego, todo hay que decirlo. El joven francés aprovechó un rechazo que dejó un centro de Mendy desde la izquierda y el balón más bien le rebotó que llegar a rematarlo.
Mónaco mostraba su cara de la primera parte en el Etihad, y de la misma manera se ponía con una ventaja de dos goles antes de cumplirse el primer periodo. De nuevo un centro desde la izquierda complicó el despeje de Bender en el área pequeña. Tanto que al final el central alemán acabó metiendo el balón en su portería.
Los de Jardim se paseaban y Dortmund aún no había temrinado e plantarse sobre el césped. De un momento a otro se conectaron en el partido en la segunda mitad, y el encuentro ganó en emoción pero seguía con la misma intensidad. Borussia recortó distancias por medio de Dembele.
Pero con diez minutos para el final recibieron el golpe definitivo de Mbappé, definiendo con una calma inaudita para un jugador de su edad. Kagawa, casi con el tiempo cumplido, ponía más honra a la actuación de los alemanes y recortaba una diferencia que salvo milagro será insalvable en Mónaco.